Implementar los sistemas de calidad en el sistema nacional de salud contribuye al mejoramiento de los procesos de atenci贸n m茅dica en concordancia con las normas nacionales e internacionales1.
La definici贸n del t茅rmino calidad, mundialmente aceptada hoy en la norma NC-ISO 9000 es el grado en el que un conjunto de caracter铆sticas inherentes cumple con los requisitos. De acuerdo con esta definici贸n, el car谩cter dual de la calidad entre lo objetivo y lo subjetivo, base de la apreciaci贸n, tambi茅n imprime matices a la definici贸n y percepci贸n de la misma. Por ello en el mundo de hoy, caracterizado por un elevado intercambio socio-econ贸mico de bienes y servicios, en un entorno cada vez m谩s globalizado, hablamos de calidad, lo hacemos a trav茅s de la evaluaci贸n de la conformidad con los requisitos, medibles y medidos de forma objetiva fiable. Y cuando no se cumplen los requisitos preestablecidos hablamos de no conformidades2,3.
El sistema de gesti贸n de calidad tiene una serie de requisitos dentro de los cuales tiene relevancia la responsabilidad de la direcci贸n4 que incluye:
- compromiso de la direcci贸n.
- enfoque al cliente.
- pol铆tica de la calidad.
- planificaci贸n.
- responsabilidad, autoridad y comunicaci贸n.
- revisi贸n por la direcci贸n.
En la coyuntura actual es una necesidad insoslayable para Cuba acelerar el proceso de certificaci贸n de los servicios de salud, por tres razones:
- aumentar la calidad de los servicios que se ofrecen a la poblaci贸n.
- eliminar los errores mediante el perfeccionamiento de la organizaci贸n de cada sub-sistema.
- incorporar una nueva cultura de mejora continua del sistema de salud.
El proceso de certificaci贸n de los servicios de salud conduce al desarrollo del sentido de pertenencia de los trabajadores de la salud y su compromiso con los resultados, a la disminuci贸n de los costos, a la validaci贸n (interna y externa) de los resultados del sistema de salud y contribuye a aumentar la capacidad de ingresos al pa铆s por exportaci贸n de servicios de salud, lo cual es en la actualidad una fuente de exportaci贸n importante junto a la educaci贸n y el deporte1.
En la actualidad el Ministerio de Salud P煤blica (Minsap) ha emprendido un proceso de transformaciones necesarias con el objetivo de continuar perfeccion谩ndose, garantizar el uso eficiente de los recursos y la sostenibilidad de los servicios de salud. En tal sentido se establece el proceso de reorganizaci贸n, compactaci贸n y regionalizaci贸n de los servicios de salud, que junto a la disponibilidad de tecnolog铆a m茅dica de avanzada, a la integraci贸n de la asistencia, la docencia, la investigaci贸n y a la formaci贸n de recursos humanos constituyen fortalezas para la aplicaci贸n de un sistema integral de gesti贸n de la calidad en el sistema nacional de salud1.
A partir de lo anteriormente expresado y como parte de la estrategia de calidad, se considera prudente la integraci贸n de la calidad, como sistema y herramienta de trabajo1,5,6, aplicable a cualquier nivel de atenci贸n del sistema nacional de salud en Cuba1. Para los gestores o administradores de la atenci贸n m茅dica, la calidad con que se brinda un servicio de salud no puede separarse de la eficiencia porque si no se ahorran los recursos disponibles, el alcance a los servicios ser谩 menor7. Por lo tanto la eficiencia y la calidad son dos componentes indisolubles de la atenci贸n a la salud8.
La asistencia hospitalaria juega un papel preponderante en la atenci贸n sanitaria lo que convierte a los hospitales en los centros m谩s costosos del sistema de salud ya que albergan a las personas con criterio de ingreso, brindan la atenci贸n especializada y tecnol贸gicamente avanzada, adem谩s del servicio hotelero que l贸gicamente ofrecen. La evaluaci贸n continua de la calidad y la eficiencia de la atenci贸n hospitalaria con sus implicaciones sociales y econ贸micas es un imperativo para el sector de la salud7.
En el 谩mbito de la salud el servicio central es el bien humano m谩s preciado, parecer铆a injusto y hasta indeseable 鈥渃ambiar鈥 calidad por eficiencia, sin embargo la natural escasez de recursos conduce a una posici贸n m谩s realista; que refleje la necesidad de alcanzar la mayor calidad en la prestaci贸n de servicios con el m铆nimo de recursos, o, quiz谩s mejor, una posici贸n que favorezca el uso m谩s eficiente de los recursos disponibles dentro de l铆mites aceptables de calidad. Por lo tanto, la b煤squeda de la calidad debe ser siempre la b煤squeda del mejor balance entre calidad y eficiencia. La necesidad de medirlos es obvia aunque es siempre un desaf铆o. Una buena parte de este desaf铆o se debe a que los indicadores de calidad y eficiencia deben separar la parte de ellos que se debe a las caracter铆sticas de los pacientes, de la que se relaciona con la atenci贸n prestada7. Independientemente del enfoque, el establecimiento de un programa para mejorar el desempe帽o debe tener los siguientes principios7,9:
- El apoyo transferible de los dirigentes para las futuras decisiones relacionadas con la calidad de los servicios.
- Contar con el ejemplo de dichos dirigentes para tambi茅n suponer que todos son responsables de la calidad.
- Relacionar las prioridades institucionales inmediatas con la misi贸n y el plan estrat茅gico.
- Proporcionar educaci贸n, capacitaci贸n y superaci贸n a todo el personal.
- Incluir el estudio, por parte de los dirigentes, de la teor铆a, los principios y los m茅todos cuantitativos y cualitativos de las medidas de calidad en materia de salud.
- Ofrecer capacitaci贸n a los facilitadores del proceso para mejorar el desempe帽o del personal.
- Estimular el trabajo en equipo, la responsabilidad y los recursos necesarios para esta delegaci贸n.
En 1986 se se帽alaba que garant铆a de la calidad 鈥淪on aquellas actividades que peri贸dica o continuamente se dirigen a revisar las condiciones bajo las cuales se proporciona atenci贸n m茅dica, esta es monitorizada y los resultados son seguidos, de manera que las deficiencias sean descubiertas y se hagan las correcciones necesarias鈥. En efecto, la evaluaci贸n es el pilar fundamental para garantizar la calidad de la atenci贸n m茅dica; no es posible mejorar algo cuyo comportamiento se desconoce8.
La calidad en los Servicios de Salud constituye simult谩neamente derechos y deberes de los actores que intervienen:
- un derecho por parte de los pacientes es que se les brinde la atenci贸n que se merecen.
- un derecho de los trabajadores del sector es sentirse reconocidos y gratificados por prestar un adecuado servicio.
- un deber del estado es ser garante de la salud y de su recuperaci贸n para toda la ciudadan铆a.
- un deber de los usuarios es exigir y valorar la atenci贸n que se les brinda.
- un deber de los servicios de salud es dar las respuestas que se les requieren.
- un deber de los trabajadores es optimizar todo su accionar.
Para poder hacer viable el sistema de gesti贸n de la calidad en los servicios de salud es necesario que cada instancia de este proceso asuma el rol que le corresponde involucrando a todos los actores. La gesti贸n de la calidad compete a todos y es necesario que a partir de marcos conceptuales y normativos generales cada organizaci贸n construya su propio programa de garant铆a de calidad. Nadie va hacer por nosotros lo que corresponde que nosotros mismos hagamos9.