El desarrollo científico y social alcanzado por la humanidad en las últimas décadas ha permitido vencer las infecciones que la han ido perjudicando; desarrollo este que ha aumentado la esperanza de vida al nacer; sin embargo enfermedades crónicas no trasmisibles, como las demencias, se han convertido en la actualidad en un problema de salud a nivel mundial, ya que produce pérdida total de la independencia en los enfermos, asimismo destruye su calidad de vida y afecta la de sus familiares y cuidadores. ¹

La demencia es un síndrome clínico caracterizado por un deterioro persistente de las funciones mentales superiores, fundamentalmente cognitivo, sin que exista alteración del nivel de conciencia, que afecta la capacidad del individuo para realizar las actividades de la vida diaria. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común correspondiéndole entre el 60-70 % de los casos, le siguen la demencia vascular, la demencia con cuerpos de Lewy, las demencias frontotemporales y otras formas de demencias; a menudo pueden coexistir formas mixtas. ²

Los estudios realizados sobre la incidencia y prevalencia de las demencias, con énfasis en la enfermedad de Alzheimer, demuestran que se trata de enfermedades que aumentan con la edad, y muestran un patrón de crecimiento exponencial a partir de los 65 años. La prevalencia de las demencias en la población asciende, desde el 5 al 8 % entre los mayores de 60 años en general, hasta alrededor del 50 % entre los de 90 a 99 años. Aproximadamente el 80 % de los pacientes con Alzheimer tienen más de 75 años de edad. ^{3 , 4}

A nivel mundial se considera que en 2018, entre 38 a 50 millones de personas, vivían con demencia, más de la mitad de ellas sin un diagnóstico definido, con un costo estimado de un billón de dólares; estas cifras podrían ascender hasta llegar a 82 millones de enfermos y 2 billones de dólares para el 2030. ⁵

Aunque se reconoce la existencia de un subregistro en los certificados de defunción, está definido que las demencias incrementan el riesgo de mortalidad, la supervivencia del paciente, tras el diagnóstico, oscila entre 1 y 8 años. Se ha demostrado que el 11 % de todas las muertes registradas fueron atribuibles a estas enfermedades. ⁶

En 2017, en los Estados Unidos de América, las demencias, lideradas por la enfermedad de Alzheimer, constituyeron el grupo de enfermedades neurológicas con mayor tasa de mortalidad y la segunda en carga económica con un gasto de 277 mil millones de dólares, solo precedidas por las enfermedades cerebrovasculares. ¹

En Cuba, esta situación epidemiológica mundial coincide con una realidad demográfica caracterizada por el progresivo aumento de la población de mayor edad, los más vulnerables a esta enfermedad. En el 2019, en Cuba fallecieron 5097 personas por enfermedad de Alzheimer u otra forma de demencia, correspondiéndole el sexto lugar entre las principales causas de muerte. ⁷

La demostración estadística de la elevada morbimortalidad actual de las demencias, unidas a la discapacidad y dependencia que producen y a su altísima carga socioeconómica determinó que en mayo del año 2017, la Asamblea Mundial de la Salud respaldara el “Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud pública a la demencia 2017-2025”, con el objetivo de revertir o, al menos, mejorar esta situación. ⁸

Demencia, identificó nueve factores de riesgo modificables, considerándose que contribuían en la aparición de un tercio de los casos de demencia; estos factores eran: bajo nivel de escolaridad; hipertensión arterial en la edad media de la vida; diabetes mellitus; obesidad; sedentarismo; sordera; hábito de fumar; depresión y el aislamiento social. ⁵ Luego en 2020 añadió a la lista tres nuevos factores de riesgo: el trauma craneal, la ingestión frecuente de alcohol (>21 unidades/semana) y la contaminación del aire. La modificación de estos 12 factores de riesgo en el curso de la vida podría aplazar o prevenir el 40 % de los casos de demencia, señala el nuevo estudio. ⁵

Evitar la aparición de la demencia aumentando los niveles de educación y logrando un mejor control de los factores de riesgo vascular es importante. ⁹ Una reciente investigación a gran escala ha definido 10 factores de riesgo claves para la enfermedad de Alzheimer permitiendo la publicación del primer plan de acción, basado en evidencia, para la prevención de la enfermedad; el documento contiene 21 recomendaciones con datos de clase 1 nivel A. ^{10 )} La reducción de un 10 y un 25 % de estos factores de riesgo podría prevenir entre 1.1 y 3.0 millones de casos de demencia tipo Alzheimer en el mundo.

Ante estas realidades los desafíos son grandes, pero no imposibles. Es responsabilidad de los profesionales de la salud desempeñar un rol fundamental en la aplicación de estrategias preventivas para evitar el deterioro cognitivo en la población.