Consejos de la teoría científica para mantener un sistema inmune saludable

El sistema inmunitario es capaz de distinguir lo propio de lo ajeno, mantener la homeostasia y cumplir la inmunovigilancia frente a agentes extraños (bacterias, virus, parásitos, hongos, pólenes, toxinas y células potencialmente transformadas). Los elementos que lo forman participan en muchas funciones de forma integrada, con el sistema nervioso, el endocrino y la psiquis.

Tener un sistema inmune competente y regulado es necesario para disfrutar de una salud óptima, por tal motivo se describen una serie de recomendaciones de acuerdo a la teoría científica.

Los consejos necesarios residen en mantener una hidratación adecuada, una nutrición equilibrada, cumplir horarios de sueño, practicar ejercicio físico, aumentar la flexibilidad metabólica, evitar los hábitos tóxicos y cultivar las relaciones sociales. Todo de acuerdo con el ritmo circadiano porque el sistema inmune es un circuito interconectado.

Entre las medidas generales se destacan aquellas que aumentan la resistencia del cuerpo a las infecciones, con énfasis en hábitos higiénicos personales, ambientales e ingerir suficiente agua. Mantener la flexibilidad metabólica que es la capacidad que tiene el organismo de utilizar la reserva de grasa relacionada con la necesidad. 1 El organismo utiliza la glucosa porque es una energía rápida y fácil de obtener, pero cuando esta se agota utiliza las reservas de grasas, que son muy eficaces. Hoy en día, se ingieren continuamente alimentos ricos en azúcares y harinas refinadas, por lo que, no se utilizan las grasas acumuladas como sustrato energético; situación que conlleva a una pérdida de la capacidad para activar la vía cetogénica, y favorece el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad, y las cardiovasculares, 2 ) por tanto se recomienda aumentar la flexibilidad metabólica mediante el consumo de alimentos ricos en grasas y proteínas de alta calidad, evitar el consumo de alimentos durante un período mínimo de 4 h, practicar ejercicio físico preferiblemente en ayunas y realizar ayunos intermitentes. 1

Es vital para la función normal del sistema inmune mantener una nutrición saludable, mediante la incorporación de micronutrientes y macronutrientes, los que tienen efecto en el desarrollo de una respuesta normal. Entre los micronutrientes se destacan las vitaminas A, C, D, E y minerales como el zinc, el hierro, el selenio, el magnesio y el cobre. La vitamina A, es vital en la inmunidad innata y mediada por células, también influye en las respuestas de anticuerpos 3 y se considera muy importante en el desarrollo y en la diferenciación de las células asesinos naturales (NK), Th1 y Th2, favoreciendo su proliferación gracias a la activación de los receptores del ácido retinoico. 2 , 3 La vitamina C es capaz de contrarrestar el efecto de la activación de los fagocitos que liberan especies reactivas de oxígeno y tiene función de barrera contra patógenos. 2 La vitamina D es necesaria porque la mayoría de las células inmunitarias expresan receptores para ella; interviene en la proliferación y diferenciación celular y es un potente modulador de la respuesta inmune. 4 En enfermedades autoinmunes se prescribe su uso debido a su efecto regulatorio al bloquear la inducción de citocinas del patrón Th1 y Th17, e inducir la diferenciación de los linfocitos reguladores Treg (CD4+CD25+FOXP3+). 5 , 2 La vitamina E, tiene efecto antioxidante y mejora la proliferación de los linfocitos, la actividad citotóxica de las células NK, la producción de interleucina IL-2 y aumenta la actividad fagocítica de los macrófagos alveolares. 2 , 6 , 7 El magnesio es necesario en la función de los macrófagos, en la síntesis de inmunoglobulinas, tiene influencia en el desarrollo, diferenciación y proliferación de linfocitos, e induce los mecanismos de apoptosis por el Fas. 4 El hierro participa en diferentes reacciones como la transferencia de electrones, la regulación génica, la unión y el transporte de oxígeno y la regulación de la diferenciación y crecimiento celular. 2 El zinc es un oligoelemento importante en las vías de señalización y en la regulación intracelular de las células del sistema inmune, interviene en los procesos de inflamación y es clave en la eliminación de los patógenos por las vías de transducción determinadas por las trampas extracelulares de los neutrófilos. 2 Favorece la proliferación de las células asesinas naturales y la formación, maduración y función de las células T. 4 El Selenio es esencial porque tiene efectos antioxidantes y propiedades antiinflamatorias; y contribuye a la integridad de la membrana. 6 El cobre, es fundamental en el desarrollo y diferenciación de células inmunitarias por sus propiedades antivirales. Otro grupo de nutrientes inmunomoduladores son los aminoácidos, entre ellos la glutamina, que constituye la fuente energética principal de las células inmunitarias, porque es sustrato directo de los linfocitos, macrófagos, neutrófilos y enterocitos, así como en la síntesis de nucleótidos. 2

Es importante no solo incorporar los nutrientes necesarios sino dedicar tiempo a saborear la comida, disfrutar de la compañía, masticar de forma lenta y constante, triturando correctamente los alimentos.

Practicar ejercicio de forma regular al establecer rutinas de intensidad moderada, es necesario porque se eliminan toxinas, aumenta la capacidad de detección de patógenos extraños y la temperatura corporal, creando resistencia natural frente a las infecciones. Se debe evitar practicar deporte intenso en la última hora de la tarde. 1

Dormir puede contribuir a la regeneración de las células del sistema inmune, se recomienda: establecer horarios tanto para acostarse como para levantarse. 1 El período de sueño participa en la regulación de la respuesta innata y adaptativa, ambos sistemas se encuentran bajo una regulación circadiana regida por el núcleo supraquiasmático del hipotálamo, así como por los relojes periféricos ubicados en todas las células. 8 Es característico durante el sueño la liberación de melatonina por la glándula pineal, lo cual ocurre en circunstancias de oscuridad, y favorece la sincronización circadiana del organismo. La melatonina tiene efecto estimulador en células inmunitarias y se produce al inicio del periodo de sueño un pico de células T vírgenes y de memoria en sangre periférica. 9 , 10 De igual modo durante el sueño, se produce una disminución de la liberación de catecolaminas y cortisol. 11 La desregulación de la inmunidad causada por la falta de sueño, implica la ruptura de la autotolerancia inmune. 12 , 13

La respuesta inmune varía en relación al estrés agudo y al crónico, durante el primero se producen citocinas proinflamatorias, se activan mecanismos reguladores y células NK 14 mientras que durante el estrés crónico, se genera un estado antinflamatorio, 14 con disminución en la proliferación y diferenciación de los linfocitos TCD3+CD4+.

Las células del sistema inmune, se sincronizan a través de sustancias y receptores bioquímicos, que interaccionan con los ciclos vitales. Descubrimientos recientes demuestran un papel crítico del ritmo circadiano en la homeostasis inmune dependiente del día. 15 ) Durante la mayor luminosidad solar se produce activación de la respuesta inmune. 1 ) Se recomienda realizar el mayor número de actividades durante el día y preferir la noche para descansar.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Historial:
  • » Recibido: 02/09/2023
  • » Aceptado: 15/10/2023
  • » Publicado : 26/10/2023


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