El Programa del Médico y la Enfermera de la Familia cumple 35 años, ha sido una de las ideas más excelentes y oportunas relacionadas con la salud pública que haya pensado el comandante en jefe Fidel Castro en 1984. Surgió por la necesidad de acercar la atención médica a la comunidad y la familia, asimismo para lograr cambios en el estado de salud de la población; este programa es considerado la piedra angular del sistema nacional de salud pública (SNS), escalón superior de la atención primaria de salud (APS), el cual sustituye la atención sectorizada del policlínico de esa época.

El método clínico epidemiológico y social es el aplicable a este nivel, para brindar una atención médica integral donde la prevención y promoción de salud son los elementos fundamentales; es el primer contacto del paciente con el SNS.

La experiencia en la provincia comenzó con seis médicos ubicados en el montañoso municipio de Fomento en el Escambray, muchos preguntábamos ¿cómo desempeñarse en tan novedosa práctica si la formación adquirida era puramente hospitalaria? Fue un 24 de octubre de 1984 que se presentaron estos primeros galenos en las comunidades donde desarrollarían sus actividades.

Desde el inicio se experimentó una aceptación de la población sin precedentes, la cual sintió la seguridad de contar con la asistencia médica en su propio barrio; se inició así un camino de sacrificio, esfuerzo, responsabilidad y aprendizaje, haciendo. Se modificaron varias veces las historias de salud familiar (llamadas fichas en esos primeros años); se incorporaban conceptos y modos de actuación sin antecedentes por médicos y enfermeras, guiados por excelentes profesores que también se iniciaban en la experiencia; aprendimos a compartir con los pacientes y sus familias cada realidad, a conducirlos casi de la mano por el sistema, desde la interconsulta hasta los hospitales en los momentos necesarios, aprendimos a atender los enfermos en estadio terminal en su hogar, rodeados de su familia, a la cual enseñábamos en muchos casos a aceptar la realidad de su estado, muchos nos convertimos en sus confesores y guías sentimentales, en amigos además de médicos.

Cuando intercambiamos con los iniciadores, invariablemente coinciden en decir: “Fui un médico de familia feliz, querido por la población, bien conducido por mis profesores y el policlínico y apoyado por la comunidad… de esa etapa guardo los mejores recuerdos de mi vida laboral.”

En el curso escolar 1985-1986 se puso en vigor el nuevo plan de estudios para la formación de un médico general básico orientado hacia la Atención Primaria de Salud.

En 1986 se extendió la experiencia al municipio Sancti Spíritus, sumando hasta la fecha 35 consultorios médicos que fueron aumentando hasta lograr la cobertura de atención del 100 % en el año 2006. Al cumplir la primera década del programa, la provincia contaba con 961 médicos de familia y sus respectivas enfermeras; 20 años después en 2004, más de 1500 de los galenos graduados nutrían el programa de medicina familiar en el territorio. Algunos egresados fueron ubicados también en escuelas, círculos infantiles, centros laborales y de asistencia social.

Hoy en Sancti Spíritus hay más de 1900 médicos de familia, 462 consultorios, 23 policlínicos y 36 grupos básicos de trabajo, los que contribuyen a elevar el nivel asistencial, científico y académico de los profesionales del sector.

Cuba muestra indicadores de salud propios de países del primer mundo y en buena medida esto se debe al fortalecimiento del nivel primario de atención médica y a la aplicación de los conceptos y principios de atención primaria de salud en el desarrollo social del país, y específicamente en el sector de la salud, desde mucho antes que fueran expuestos en la conferencia de Alma Ata en 1978.

En Sancti Spíritus a 35 años se destaca la baja mortalidad infantil de 3 por cada mil nacidos vivos y una esperanza de vida al nacer superior a 78 años. El crecimiento de las acciones de salud brindadas por los equipos básicos de salud es destacable, aquí mostramos algunos indicadores al cierre 2018: se realizaron 4 401 662 consultas externas, 784 924 terrenos por el equipo básico de salud, se atendieron en los cuerpos de guardia del policlínico 416 371 casos, se efectuaron 23047 cirugías menores, se proyectan 23 especialidades a la comunidad.

El programa ha desarrollado la formación de sus recursos humanos a partir de la especialización, la Medicina General Integral de Primer y Segundo grado, así como la superación permanente, a través de cursos de actualización, de implementación de nuevas tecnologías, talleres, entrenamientos, diplomados, maestrías, estrategia de formación doctoral. Existen 346 especialistas docentes (instructores 133, asistentes 166 y auxiliares 47) que asumen la formación de pregrado de la carrera de Medicina y la residencia de Medicina General Integral. Además de una veintena de especialistas de segundo grado, más de 200 másteres y más de 50 en el potencial a doctores en ciencia, algunos de los cuales han participado en el diplomado predoctoral como una acción concreta de la mencionada estrategia.

La colaboración médica de Sancti Spíritus no podría exhibir los resultados actuales sin la participación de los médicos de la atención primaria que hasta la fecha más de 2000 de sus galenos han colaborado en más de 40 países, algunos se repiten en diferentes misiones y etapas, con excelentes y disímiles contribuciones que van desde el médico en comunidad, hasta directivos de diferentes misiones, asesoría del programa en diferentes países como Brasil, Angola, Venezuela y los países del programa integral de salud; aportes universitarios como secretarios docentes, autores del programa de formación médica en Venezuela entre otros, claustros de formación de especialistas de MGI de los diferentes países y miembros de facultades de diferentes países de África y América.

La sociedad cubana de medicina familiar en la provincia desde su creación fue de las más numerosas y activas del país, con delegaciones que participaron en cada seminario y congreso internacional, mostrando los resultados investigativos de la especialidad, los cuales se seleccionaban a partir de las jornadas de base (policlínicos), municipales y provinciales, a las que subían después de la selección de los diferentes tribunales compuestos por los profesores más prestigiosos y preparados científicamente. Cada municipio participaba en la provincial, no solo con los trabajos científicos sino con iniciativas que respondían a las características de cada lugar.

Las jornadas se convirtieron en verdaderas fiestas de resultados de la medicina familiar, en las que se presentaron temas de actualización relacionados con el quehacer de la especialidad y se invitaron a profesores de otras especialidades; fueron estas jornadas competencias desde todas las aristas del desarrollo de la especialidad.

La Sociedad impulsa el desarrollo científico a través de talleres, cursos, paneles, conferencias en los períodos entre una jornada y otra.

Varios de los fundadores y primeros médicos del programa forman parte de la junta de gobierno nacional y participaron en diferentes momentos del desarrollo de los programas de especialización, han sido colaboradores del texto básico de la especialidad y autores de artículos científicos y materiales de apoyo a la docencia en la formación de la carrera de Medicina, asimismo colaboran en la implementación del nuevo plan de estudio de la misma.

A criterio de los autores se considera que a más de tres décadas de la experiencia la garantía del éxito del Sistema Nacional de Salud y específicamente de su nivel primario sigue estando en su carácter dialéctico, que se transforma en medio de un contexto social que se adhiere a los principios de la como estrategia global para continuar dando la mejor respuesta posible a las necesidades de salud del pueblo cubano y de otros pueblos del mundo.

La integración del grupo provincial, el capítulo científico y el departamento de atención primaria trabajan en el rescate de los conceptos fundacionales del programa del médico y enfermera de la familia con creativas y renovadoras acciones. Se realizan recorridos conjuntos a los municipios y se visitan más de dos consultorios, a los cuales incorporamos el médico fundador produciéndose un reencuentro con la comunidad, donde se aprecian francas muestras de participación comunitaria e intersectorialidad como ejes de la atención primaria, lo cual finaliza con un activo con todos los médicos y enfermeras de familia y sus profesores, donde se propicia el intercambio, se imparten conferencias actualizadas de prestigiosos colegas, se aprovecha el momento para estimular a los mejores y dejar el compromiso de mantener el programa rescatando lo positivo de sus inicios que fortalecido con el desarrollo de los recursos humanos y materiales, contribuye a una mayor calidad de la atención con la consiguiente satisfacción de la población. (Anexos)