Papel de las proteínas glicadas en el control glicémico del paciente diabético.
Resumen
Se estudiaron un total de 113 pacientes diabéticos y 42 sujetos sanos. A los diabéticos se les realizó inicialmente la determinación de Fructosamina (1era), la que se repitió después a los 15 días de la primera toma de muestra (2da) y con posterioridad a los 21 días de la segunda (3era), realizándose además este último día la cuantificación de Hemoglobina glicada (Hb A1). A los sujetos sanos se les determinaron los niveles de Fructosamina y Hb A1. Todos los pacientes diabéticos fueron agrupados de acuerdo a su grupo clínico en Insulinodependientes (ID) y No Insulinodependientes (NID), y de acuerdo al valor de Hb A1 en: con control glicémico aceptable (Hb A1 entre 8,01 y 9,9%) y diabéticos con mal control glicémico (Hb³10%). Los pacientes ID mostraron valores significativamente superiores (p<0,05) de Fructosamina y Hb A1, que los pacientes NID. Además los niveles de Fructosamina y Hb A1 en los sujetos con mal control glicémico fueron significativamente superiores (p<0,05) a los diabéticos con control aceptable, y estos últimos, a la vez superiores a los que tenían buen control glicémico. En el subgrupo de diabéticos Insulinodependientes con mal control glicémico, la correlación entre la Hb A1 y Fructosamina realizada en el tercer contacto fue muy pobre (0,41), lo que demuestra que la medición de Fructosamina en los pacientes ID no sustituye, sino que complementa a la determinación de Hb A1. Sin embargo en los diabéticos NID la correlación entre el promedio de las tres determinaciones de Fructosamina y la Hb A1 fue excelente, del mismo modo que la correlación entre la Fructosamina determinada el tercer día y la Hb A1 realizada este mismo día, lo que pone de manifiesto que el control glicémico del paciente diabético se puede evaluar con mediciones de Hb A1 o de Fructosamina.
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