2016-18-3-11

Revisión Bibliográfica

Las bibliotecas cubanas en el pensamiento y el accionar del Comandante Fidel Castro Ruz

Cuban libraries in the thought and action of the Commander Fidel Castro Ruz

Dr.C. Felicia Pérez Moya1, Lic. Belkis Rodríguez González2, Lic. Carmen Sánchez Sánchez1.

  1. Universidad de Ciencias Médicas. Sancti Spíritus. Cuba.
  2. Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena. Sancti Spíritus. Cuba.

RESUMEN

Fundamento: Las bibliotecas constituyen formas auténticas de desarrollo y socialización de la cultura en la ideología y accionar de Fidel Castro Ruz, a pesar de ello no se ha profundizado en su importancia. Objetivo: Argumentar la dimensión del accionar del Comandante Fidel Castro en el papel que históricamente han jugado las bibliotecas en el desarrollo de la cultura cubana. Desarrollo: Del nivel teórico se emplearon los métodos histórico-lógicos, los análisis-síntesis, apoyados en la observación y el análisis de documentos. Conclusiones: Las ideas y las acciones del Comandante Fidel Castro Ruz impulsaron formas auténticas de desarrollo y de socialización de la cultura, la emancipación social y una concepción participativa de la promoción del libro y la lectura a través del fomento y la diversificación de las bibliotecas.

DeCS: Bibliotecas/historia; bibliotecas/legislación & jurisprudencia; Fidel Castro Ruz; pensamiento; cultura cubana.
Palabras clave: BIBLIOTECAS/historia; BIBLIOTECAS/legislación & jurisprudencia; PENSAMIENTO; CUBA.

ABSTRACT

Background: Libraries are authentic forms of development and socialization of culture in the ideology and action of Fidel Castro Ruz, despite the fact that their importance has not been deepened. Objective: To argue the dimension of the actions of Commander Fidel Castro in the role historically played by libraries in the development of Cuban culture. Development: From the theoretical level we used historical-logical methods, analysis-synthesis, supported by observation and analysis of documents. Conclusions: The ideas and actions of Commander Fidel Castro Ruz promoted authentic forms of development and socialization of culture, social emancipation and a participatory conception of book promotion and reading through the promotion and diversification of libraries.

MeSH: LIBRARIES/history; LIBRARIES/legislation & jurisprudence; THINKING; CUBA.
Keywords: Libraries/history; libraries/legislation & jurisprudence; thinking; cuban culture.

INTRODUCCIÓN

Las bibliotecas son instituciones que contribuyen a satisfacer necesidades humanas y a aportar valores o significados culturales, sus orígenes, expansión y diversificación han estado vinculados a la vida económica, cultural y social de una época. Se conciben como instituciones, entidades o prácticas que se generan en una sociedad dada para que, mediante un servicio específico, intervengan en el proceso de transformación de la comunidad, sobre la base del proceso de participación humana. “Estas se componen de una estructura que les permite realizar tareas mediante un conjunto de costumbres y reglas que requieren el comportamiento institucional de los miembros” 1. Contribuyen a la promoción humana, a convertir los individuos en sujetos agentes activos en la construcción de la sociedad.

En Cuba antes de 1959 la actividad bibliotecaria no constituía un tema relevante en la sociedad cubana en general. El abandono oficial que era objeto, no solo en lo referente a las penurias económicas sino en el aspecto legal relativo a su organización, funcionamiento y control, frenó el batallar de personalidades e intelectuales que con una formación profesional empírica y autodidacta, descubrieron y divulgaron el acervo cultural por medio de las bibliotecas y se preocuparon por la creación de cimientos que exaltaran la cultura nacional y local.

Tras el triunfo revolucionario se abrieron de par en par las puertas de una nueva era para las bibliotecas cubanas y hoy constituyen uno de los pilares de la batalla ideológica que se lleva a cabo para reafirmar la justeza de las ideas y los valores. Si las bibliotecas cubanas a partir de la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días han contribuido a enaltecer los valores históricos culturales de la nación y los bibliotecarios hoy tienen la oportunidad de afianzar su cultura profesional, se debe a los acelerados y radicales cambios llevados a cabo en el sector de la educación y de la cultura protagonizados por el pueblo cubano junto al máximo líder de la Revolución cubana. De ahí que el presente trabajo tiene como objetivo argumentar la dimensión del accionar del Comandante Fidel Castro en el papel que históricamente han jugado las bibliotecas en el desarrollo de la cultura cubana.

DESARROLLO

Se realizó una investigación teórica, exploratoria y descriptiva. Prevaleció el método histórico-lógico, el cual permitió con un enfoque longitudinal, estudiar el marco socio histórico particular del período revolucionario, en diferentes etapas hasta la actualidad. El reconocimiento de hechos, la descripción de  acontecimientos y otros sucesos que  tuvieron un vínculo directo con las ideas y las acciones llevadas a cabo por Fidel a favor de la cultura cubana y especialmente lo que corresponde al sector de las bibliotecas. Comprender la interrelación del entorno cubano, las ideas e iniciativas de Fidel y la evolución de los sistemas bibliotecarios.

Mediante el análisis-síntesis se pudo llegar a conclusiones sobre la persistente y renovadora preocupación por estos importantes centros de información, cuando en los planos universales se intenta destruir las culturas nacionales y desarraigar a los pueblos de sus tradiciones histórico-culturales.

El análisis documental de discursos del Comandante, reflexiones, leyes, entrevistas, permitió analizar la presencia de las bibliotecas cubanas en el pensamiento y el accionar del Comandante Fidel Castro Ruz. Asimismo, a través de la lectura interpretativa de disposiciones estatales, memorias de Congresos, ponencias y otros documentos históricos publicados y no publicados, se obtuvo información sobre cómo las ideas de justicia social, la insaciable búsqueda de la equidad, igualdad de oportunidades y el estímulo constante por el conocimiento presentes en Fidel, han condicionado el desarrollo del sistema bibliotecario en Cuba y con ello, propiciado la construcción de una nueva sociedad.

Fidel Castro Ruz y las bibliotecas cubanas

En la segunda mitad del siglo XVIII, como resultado del esfuerzo de los miembros de la Sociedad Económica de Amigos del País surgió la primera biblioteca en suelo cubano, positivo legado para la obra continuadora del sistema bibliotecario. Numerosos ejemplos demuestran que surgieron importantes bibliotecas en los siglos XIX y primera mitad del XX debido al esfuerzo creativo, intelectual y económico de personalidades, asociaciones, instituciones oficiales y no oficiales 2. Algunas surgieron como fuentes de conocimientos de las más diversas materias y difusoras del acervo cultural, pero la mayoría como mero depósito de libros.

La mezquindad de la vida en la neocolonia no permitió que cristalizaran iniciativas surgidas, tanto en la capital como en otras regiones de la Isla que respondían a necesidades en el campo de la vida espiritual e intelectual. En ese batallar ha de reconocerse la aparición de Sociedades de Amigos de las bibliotecas, con propósitos culturales. En abril de 1936, la Junta Directiva de la Sociedad de Amigos de la Biblioteca Nacional, encabezada por Emilio Roig de Leuchsenring (1889-1964), creada el 13 de diciembre de 1935 ante el abandono oficial en que se encontraba la Biblioteca Nacional de Cuba, redactó dos Proyectos de Leyes, en uno se propuso la creación del Día del Libro Cubano en toda la República, en otro, establecer la obligación de que todos los impresores remitieran un ejemplar de cada uno de los libros que imprimieran, a la Biblioteca Nacional 2.  Los ejemplos antes aludidos ilustran la crisis de estos años.

Estas propuestas culturales no fueron aprobadas por el entonces Consejo de Secretarios, pero la impaciencia del grupo de intelectuales agrupados alrededor de la Biblioteca Nacional, evidenció un importante intento de preservar y, legitimar la cultura cubana. Había escases de bibliotecarios y aunque se llevaron a cabo diversas iniciativas que fortalecieron la conservación y difusión de la cultura, algunos reconocieron las limitaciones que tenía el desarrollo de la profesión en esos años: “Lo que hemos avanzado es el resultado de poco más de tres lustros de esfuerzos por parte de un grupo de bibliotecarios que tienen plena conciencia de su deber y del papel de la biblioteca como promotora de la cultura popular” 3.

Después de 1959 se transformó el panorama de deterioro de las bibliotecas cubanas y se rescató su esencia y misión sociocultural para bien de la población y se convirtieron en centros de irradiación de la cultura. La política del nuevo gobierno respecto a la educación y la cultura favoreció el cambio radical de las bibliotecas. Puede decirse que las reformas generales y específicas que anunció Fidel Castro Ruz en el Programa del Moncada en 1953 también se materializaron en el sistema bibliotecario en el país.

A pocos días de haberse producido el triunfo revolucionario se realizó una de las primeras acciones culturales de la Revolución: ofrecerle la atención que requería la Biblioteca Nacional y con ello se inició, hasta hoy, uno de los períodos más fructíferos de la labor bibliotecaria en Cuba. Maruja Iglesias, conocida figura del mundo bibliotecario cubano, intervino la Biblioteca Nacional José Martí y colocó a María Teresa Freyre de Andrade en la dirección de la Biblioteca.

En la nueva legislación a favor de la cultura en los primeros años de la Revolución, se encuentra el Decreto Ley 684 del 23 de diciembre de 1959, que normó el trabajo de los bibliotecarios y de los auxiliares de información. A la par se conformaron y avanzaron hasta la actualidad, los tres subsistemas principales del sistema de información: bibliotecas públicas, escolares y especializadas 4.

Fidel en los primeros años de Revolución expresó sus deseos de que todos los cubanos tuvieran acceso a los libros y a las bibliotecas, para él, era importante que se hicieran miles de bibliotecas en todo el territorio nacional. No se podrá olvidar que Fidel Castro Ruz leyó cientos de libros en prisión, su alma encontró alivio en la lectura de las obras de José Martí, Víctor Hugo, Stefan Zweig, Romain Rollan, Fiódor Dostoyevski, Kan, Carlos Marx, Anatole France, José Miró Argenter y Le Riverend entre otros. Su camastro rodeado de libros semejaba una isla en medio de la habitación 5.

El líder revolucionario contribuyó a la fundación de la Imprenta Nacional en 1960 y propuso la publicación del primer libro impreso de la Revolución, El Quijote, recogido en cuatro volúmenes con el pie de imprenta: “Gobierno Revolucionario/Imprenta Nacional/Cuba/1960”, al amparo de la Biblioteca del Pueblo, serie de Obras Maestras, al precio de veinticinco centavos el volumen y con una tirada de cien mil ejemplares, lo que puso la obra al alcance de todos. El protagonismo de Fidel Castro está demostrado en el prólogo que abre el primer volumen: Es natural que (…) además de (…) la categoría magistral de la obra, en la que los recursos del idioma adquieren supremas virtudes expresivas y estéticas, haya sido elegido el Quijote, por indicación del propio Primer Ministro Fidel Castro, para inaugurar la Biblioteca del Pueblo que ha de publicar la Imprenta Nacional 6.

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Nosotros no le decimos al pueblo: ¡cree! Le decimos: ¡lee!7

El 9 de abril de 1961, cuando solo faltaban pocos días para el ataque a Playa Girón, Fidel clausuró el ciclo de charlas sobre educación y revolución de la universidad popular. En la comparecencia televisiva, esclareció que no se podía concebir una revolución sin educación. Más adelante enfatizó el papel que le correspondía a los libros en la política educacional cubana y expresó que “nosotros no le decimos al pueblo: ¡cree! Le decimos: ¡lee! (…) la Revolución le dice al pueblo: aprende a leer y a escribir, estudia, infórmate, medita, observa, piensa. ¿Por qué? Porque ese es el camino de la verdad: hacer que el pueblo razone, que el pueblo analice”. 7

Con la campaña de alfabetización que hizo de Cuba el primer país de nuestra América libre de analfabetismo tuvo pleno sentido la frase de Fidel al ofrecerse los más variados materiales de lectura, con la creación de la Imprenta Nacional de Cuba, y sus casas editoriales, la producción editorial permitió generalizar el servicio bibliotecario en las distintas localidades y provincias. 

Fidel expuso la preocupación de estimular y crear mejores condiciones para el trabajo de los artistas y de los intelectuales en el discurso pronunciado en la reunión con los intelectuales cubanos, efectuada en la Biblioteca Nacional el 16, 23 y 30 de junio de 1961 en el que al referirse a la misión del Consejo Nacional de Cultura subraya lo relacionado con los presupuestos necesarios para traer libros y para adquirir material para los pintores y los artistas plásticos 8.

La creación del Ministerio de Educación y, dentro de este, de la Dirección General de Cultura -independizada luego como Consejo Nacional de Cultura, en enero de 1961-, estimuló el surgimiento, en ese mismo año, de la red de bibliotecas públicas, que tuvo su antecedente en la Organización Nacional de Bibliotecas Ambulantes Populares (Onbap), creada en 1954, intervenida por el Gobierno Revolucionario en 1959 y disuelta en 1960. La red de bibliotecas públicas se organizó y orientó metodológicamente a instancias de la Dirección Nacional de Bibliotecas del Consejo Nacional de Cultura, que dirigió María Teresa Freyre de Andrade desde su sede en la Biblioteca Nacional José Martí de Cuba.

A finales de 1960 fue creado en el Ministerio de Educación el Departamento Nacional de bibliotecas escolares con el objetivo de instaurar una red y capacitar al personal que debía atender a estos centros de información. En esos momentos no existían bibliotecarios escolares en Cuba. El 15 de julio de 1960 se aprobó la creación de las 15 primeras bibliotecas escolares, denominadas “Pilotos”. La evolución cualitativa y cuantitativa que han tenido hasta la actualidad ha sido significativa, en correspondencia con la prioridad que el gobierno revolucionario le ha concedido al Ministerio de Educación.

Las bibliotecas especializadas fueron parte de las proyecciones del Comandante. Por ejemplo, la creación del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas (Cnicm) en 1965, que integró la Hemeroteca Médica, hoy Biblioteca Médica Nacional (BMN); el establecimiento del primer Centro provincial de información en Villa Clara en 1969, fue un proceso que se extendió posteriormente a todas las provincias; la fundación de la Editorial Ciencias Médicas (Ecimed) en 1988 y de la Red Telemática de Salud en Cuba, Infomed, en 1992. Fidel en el discurso pronunciado en la clausura del Claustro Nacional de Ciencias Médicas en abril de 1983, señaló: “(…) la creación de una moderna Biblioteca de ciencia y técnica, con todos los recursos, que conjuntamente con el centro de información para la medicina asegure la base material necesaria para el desarrollo de nuestros estudiantes y profesionales”.  

En ese mismo año, en el discurso ofrecido el primero de septiembre en la graduación de estudiantes de medicina ratificó la importancia de la información: “de ahí la necesidad de un sistema especial para la medicina con un Centro Nacional y una red nacional propia que se encargan de todo el complejo de servicios de información, editorial, docencia, investigación (…) cuya finalidad es convertir la información científico médica en un elemento dinámico al servicio de los usuarios de las ciencias médicas ”9.    

Las ideas de Fidel sobre la necesidad de textos para la superación y la constante actualización científico médica en esta rama del conocimiento no cesó, y por tanto, reiteró en una de sus reflexiones: “Mientras escribo estas líneas en la tarde de domingo, reitero la idea si el tiempo me lo permite de elaborar unas memorias, si alguien paga por ellas destinaría esos fondos a la impresión de textos para nuestros profesionales de salud. Mientras tanto, hay ya más de 100 mil garantizados con anterioridad que en los próximos meses se distribuirán (…)” 10.

El programa de informatización de las bibliotecas de los policlínicos surgió de la sugerencia hecha por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, de ubicar inicialmente dos computadoras, y más adelante cuatro, en todas las bibliotecas de esta clase de institución para acceder a la información científico-técnica disponible y conectarse a Infomed.

El 14 de Mayo de 1999 Fidel aprobó el Decreto Ley 265 que establece el depósito Legal de la bibliografía cubana por toda persona natural o jurídica que edite o esté responsabilizada con la edición de una obra publicada en el territorio nacional, con carácter gratuito y sin costo de remisión, a la Biblioteca Nacional José Martí, dos ejemplares a la biblioteca Elvira Cape, dos ejemplares a la biblioteca pública provincial donde radique la editorial, departamento de edición, imprenta o entidad donde se produce la obra, teniendo dichas bibliotecas la responsabilidad de la conservación compilación y publicación de la bibliografía11.

Hace falta una cultura general e integral

Para Fidel rescatar el libro y el amor a la lectura son las mejores maneras de lograr un conocimiento integral de la historia universal, de América Latina y de Cuba. Para lograr este propósito se preguntó: “si se han hecho un montón de bibliotecas con módulos culturales en todas partes (…), qué textos tienen, qué costumbres tenemos de leer y de estudiar y cuánto tiempo no pierde la gente (…) en cosas evasivas y recreativas?”.  Los textos, según su criterio, deben servir para despertar la curiosidad y formar conocimientos sólidos y por eso explicitó la importancia de la selección y distribución de los libros: “(…) no pueden faltar en ninguna biblioteca. Tenemos que comprarlos o imprimirlos. 

Más adelante refiere que sería imposible imprimir millones de libros para que cada persona tuviera en su casa los títulos, pero “(…) lo que no debe haber una sola biblioteca, ni una sola comunidad que no tengan libros donde se recojan las mejores obras de la humanidad (…), que nos den una idea clara del mundo en que hemos nacido, cuál es la historia del ser humano, ese género al que pertenecemos nosotros; una colección de libros que encierre las mejores colecciones del intelecto del hombre” 12.

Históricamente las bibliotecas del país han podido adquirir literatura variada para satisfacer las demandas de sus usuarios. Se ha mantenido una política editorial, adecuada en cada época, hasta el presente reflejada en las Ferias del Libro con publicaciones a precios accesibles y tiradas especiales para bibliotecas priorizadas y de difícil acceso.

Otras acciones de gran envergadura fueron promovidas, aprobadas y resaltadas por Fidel basado en su idea, “(…) sin cultura no hay libertad posible (…)” 13. Por ejemplo, el Proyecto Editorial Libertad que contenía una selección de obras de referencia de alto valor estético e informacional lo cual benefició a todas las bibliotecas provinciales, de la enseñanza artística, especializadas y universitarias seleccionadas en correspondencia con las necesidades de la población. Esta colección fue subsidiada por el Estado sin afectar los presupuestos económicos asignados.

Fidel Castro Ruz ha demostrado ser un incansable promotor de la  creación de bibliotecas en zonas de difícil acceso con programas especiales que benefician a estas y de bibliotecas populares en comunidades seleccionadas, así como de la ejecución de proyectos de modernización de las existentes, la inclusión de estas en la batalla de ideas, en la concepción del proceso de informatización de la sociedad cubana, la universalización de la enseñanza, la creación de salas de navegación y otras acciones centradas en mejorar la calidad de vida de las personas en todas las provincias del país a través de los servicios bibliotecarios.  

En la ponencia se sintetizan fechas, acontecimientos, fragmentos de discursos, frases, puntos de vistas, juicios y criterios de Fidel Castro Ruz sobre la promoción del libro y la lectura desde las bibliotecas y su relación con otros componentes de la política cultural y educacional de la Revolución cubana.  Sin embargo, la presencia de las bibliotecas cubanas en su pensamiento y accionar es un tema poco abordado hasta la fecha.

Mediante la información sistematizada se demuestra que las ideas de Fidel entorno a la justicia social, la igualdad de oportunidades, su pasión por la lectura, el conocimiento y los libros han contribuido al perfeccionamiento del sistema bibliotecario en Cuba. Estos argumentos constituyen una importante información para bibliotecarios, maestros, promotores, creadores y directivos acerca del papel de las bibliotecas en la preservación de la cultura y la construcción de la sociedad socialista. Y una modesta forma de valorizar, reconocer, significar y demostrar la altísima sensibilidad del máximo líder por la cultura, la educación y la emancipación de hombres y mujeres.  

CONCLUSIONES

Después del triunfo revolucionario de 1959, las ideas y las acciones del Comandante Fidel Castro Ruz impulsaron formas auténticas de desarrollo y de socialización de la cultura, la emancipación social y una concepción participativa de la promoción del libro y la lectura a través del fomento y la diversificación de las bibliotecas. Entre las acciones que llevaron a vías de hechos las proyecciones del líder cubano se destacaron: la atención a la Biblioteca Nacional, aprobación de leyes a favor de la cultura que reconocieron la profesión de bibliotecario y de los auxiliares de información, las acciones que favorecieron el reconocimiento a la importancia de los libros en la política educacional cubana y condicionaron la organización de la red de bibliotecas públicas, escolares y especializadas, la aprobación del Decreto de depósito legal, la política de adquisición de textos en las Ferias del Libro, creación de editoriales provinciales y de nuevas bibliotecas en zonas de difícil acceso con programas especiales. 

RECOMENDACIÓN

En las ideas y acciones de Fidel Castro Ruz se aprecia el valor concedido a las bibliotecas en la construcción del socialismo y las capacidades de participación social que estas han ofrecido, pero es necesario valorar los resultados de la promoción del libro y la lectura en el contexto comunitario local y reproyectar estas instituciones culturales a partir de la vigencia del pensamiento del Comandante en las actuales circunstancias de construcción del nuevo modelo económico.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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  4. Meneses Tello F. Biblioteca pública y revolución: su desarrollo de 1959 a 1989. Investigación bibliotecológica [Consultado en 11 de noviembre de 2016]. 2011; 25(53): 233-238. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-358X2011000100010&lng=es&tlng=es.
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  8. Castro Ruz F. Discurso pronunciado en la reunión con los intelectuales cubanos, efectuadas en la Biblioteca Nacional el 16, 23 y 30 de junio de 1961. [citado: 10 de julio 2016]. Disponible en: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1961/esp/f300661e.html
  9. Castro Ruz F.  Discurso. Clausura del Claustro Nacional de ciencias médicas 1983.  En Elementos básicos para el uso de la Información Científico Médica. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 1989. p.50-51.
  10. Castro Ruz F. Reflexiones. Los cristianos sin biblias (fragmentos). Periódico Granma, La Habana,   3 de marzo 2008.
  11. Cuba. Consejo de Estado. Archivo Nacional. Decreto ley/265. Depósito Legal de la bibliografía cubana.  Gaceta de La República de Cuba. 20 de mayo de 1999.
  12. Castro Ruz F. Discurso pronunciado en el encuentro por los 20 años de creación del destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech. Periódico Granma. 30 de mayo de 1992. p 7.
  13. Ramonet I. Cien horas con Fidel. Capítulo 26. La Habana. Tabloide. Juventud   Rebelde.  II parte. 2006. p. 8

Recibido:  2016-09-16
Aprobado: 2016-10-26




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