2012-14-1-1

Editorial

Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos. Sancti Spíritus. Cuba

¿Se corresponde el proceso evaluativo actual con el proceso de enseñanza aprendizaje asumido?

Does the evaluation process now corresponds with the teaching-learning process taken?

Dr. José Aurelio Díaz Quiñones1

Especialista de 2do grado en Medicina Interna. Profesor Auxiliar. Máster en Ciencias de la Educación. Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos. Sancti Spíritus. Cuba. 1

El desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje requiere como toda actividad de la evaluación de sus progresos y resultados para comprobar la correspondencia de los mismos con los objetivos instructivos.

La ciencia didáctica plantea que se evalúa el proceso concebido, planificado, organizado y ejecutado; a partir de este fundamento la concepción del proceso de enseñanza aprendizaje que se asuma le da significado al diseño de las acciones evaluativas, lo cual evidentemente indica que ambos deben estar en correspondencia.

En nuestra Universidad Médica el proceso de enseñanza aprendizaje reconoce implícitamente los criterios básicos que identifican a este como desarrollador, los que se resumen en promover el desarrollo integral de la personalidad del estudiante, activar la apropiación de conocimientos, destrezas y capacidades intelectuales en estrecha armonía con la formación de sentimientos, motivaciones, cualidades, valores, convicciones e ideales garantizando la unidad y equilibrio de lo cognitivo y lo afectivo valorativo en el desarrollo y crecimiento personal de los estudiantes; además debe potenciar el tránsito progresivo de la dependencia a la independencia y a la autorregulación, así como el desarrollo de la capacidad de conocer, controlar y transformar creadoramente su propia persona y su medio; y desarrollar la capacidad para realizar aprendizajes a lo largo de la vida a partir del dominio de las habilidades, estrategias y motivaciones para aprender a aprender y de la necesidad de una autoeducación constante.

El enfoque sistémico del proceso de enseñanza aprendizaje establece la interrelación entre todos sus componentes y con el medio en una dinámica que, a partir del objetivo como componente rector se determinan el resto de los componentes, contenido, métodos, medios, evaluación y formas organizativas, cualquier cambio en uno de ellos repercute en el resto.

Se infiere entonces que al concebirse el proceso centrado en el alumno mediante su participación activa en la apropiación de los contenidos y en la solución de problemas, el desarrollo de su pensamiento crítico reflexivo, la motivación, la significatividad del aprendizaje y la autoevaluación, todos los cuales poseen sus dimensiones e indicadores,  estos deben y tienen que estar reflejados en los instrumentos evaluativos, de tal forma que la evaluación del proceso y sus resultados identifiquen los mecanismos de aprendizaje llevados a cabo por el alumno y además permita  identificar limitaciones y potencialidades desde el diagnóstico pedagógico inicial, actuando en todo el proceso sobre la zona de desarrollo próximo o potencial.

Solo así la evaluación estaría en consonancia con el proceso de enseñanza aprendizaje asumido, es decir, se estaría aplicando una evaluación desarrolladora, esto implicaría además de evaluar la actuación del estudiante, evaluar la actuación del profesor, ambos coprotagonistas del proceso, así como evaluar el proceso de enseñanza aprendizaje planificado y ejecutado, y el propio proceso evaluativo.

Todo lo expuesto es de vital importancia si se aspira a que la evaluación venza el lastre de la enseñanza tradicional y se potencie su carácter formativo e integrador, además se establezca un mecanismo estimulador permanente para la superación personal y grupal, y rescate su función de determinación de las metas alcanzables en relación con las potencialidades personales de cada estudiante a través de la evaluación vista como eje impulsor y motivacional del desarrollo profesional.

Palabras clave: Proceso de enseñanza aprendizaje, evaluación, evaluación desarrolladora


The development of the teaching-learning process like any other activity requires the assessment of its progress and results to verify their correspondence with the instructional objectives.

Didactic science states that one evaluates a process conceived, planned, organized and executed; from this foundation the concept of teaching-learning process taken gives meaning to the design of evaluative actions, which clearly indicates that both should be in correspondence.

In our Medical University the teaching and learning process implicitly acknowledges the basic criteria that identify it as a developing activity, which are summarized in promoting the development of the student’s personality , selecting the appropriate knowledge, skills and intellectual capabilities in close harmony with the formation of feelings, motives, qualities, values, beliefs and ideals guaranteeing the unity and balance of the cognitive and the affective evaluative in the personal development and growth of students. It must also promote the gradual transition from dependence to independence and self-regulation and the development of the capability to know, control, and creatively transform his/her own person and his/her environment, and develop the capability for learning throughout life from the mastery of skills, strategies and motivations for learning to learn and the need for constant self-education.

The systemic approach to teaching-learning process establishes the relationship among all its components and with the environment in a dynamics, which  starting  from  the goal as the leading component determines the rest of the components, content, methods, means, evaluation and organizational forms, so that any change in one of them will affect the rest.

It follows then that the thought of the process-centered learning through active participation in the ownership of content and problem solving, development of critical reflective thinking, motivation, significance of learning and self-evaluation, all which have their dimensions and indicators, these should and must be reflected in assessment tools, so that the evaluation process and its results will identify the learning mechanisms implemented by the student and also identify constraints and potentials from the initial educational diagnosis, acting in the whole process on the zone of proximal or potential development.

Only in this way, assessment would be consistent with the teaching-learning process taken, i.e. a developing assessment would be applied. This would mean in addition to assessing student’s performance, evaluating teacher’s performance, both co-protagonists of the process, as well as evaluating the teaching-learning process planned and executed, and the evaluation process itself.

The above is of vital importance if the evaluation aims at eliminating the burden of traditional teaching and enhancing its educational and integrating character ,also establishing a permanent mechanism for stimulating a personal and group growth, and rescuing its function of determining achievable targets in relation to the potential of each student through the evaluation seen as a motivational driving mechanism of professional development.


Key words: Teaching-learning process, evaluation, assessment developer


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