Trabajo Original
Dr. Mario Pérez Rodríguez1, Dr. Javier Josué García Zacarías1, Dr. Ernesto Javier Martínez Badaló1, Lic. Susana Valdivia Cañizares2, Dra. Iliety Borroto Carpio1, Lic. Haraicy Pedraza Núñez3.
Fundamento: La demencia vascular constituye una afección incapacitante en la senectud. Objetivo: Caracterizar los pacientes geriátricos que sufren demencia vascular, atendidos en la consulta de enfermedad cerebrovascular del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos de Sancti Spíritus. Metodología: Se realizó un estudio descriptivo en 102 pacientes con demencia vascular, de una población de 621 ancianos desde enero de 2008 a diciembre del 2012. Se determinó el tiempo de evolución entre la enfermedad cerebrovascular y la aparición de la demencia, topografía del infarto, extensión y grado de dependencia; así como la edad y el color de la piel. Resultados: Predominaron los pacientes masculinos (66,7 %) y los de piel negra (81,4 %). Hubo ligero influjo en los que desarrollaron la enfermedad entre 3 y 5 años (46,1 %). Los infartos corticales (77,5 %) y múltiples (75,5 %) fueron la mayoría, y predominaron los pacientes con afectación del validismo (56,9 %). Conclusiones: El espectro clínico constituye la herramienta fundamental en el diagnóstico y manejo de los pacientes con demencia vascular, donde el tiempo de evolución y la raza son relevantes, no así los estudios imaginológicos que requieren investigaciones más detalladas.
DeCS: DEMENCIA VASCULAR; INFARTO CEREBRAL; TRASTORNOS CEREBROVASCULARES; ANCIANO.
Palabras clave: Enfermedad cerebrovascular, infarto cerebral, demencia vascular, adultos mayores, grado de dependencia.
MeSH: DEMENCIA VASCULAR; CEREBRAL INFARCTION; CEREBROVASCULAR DISORDERS; AGED.
Keywords: Cerebrovascular disease, cerebral stroke, vascular dementia, aged, degree of dependence.
La salud mental depende de un conjunto de factores que aseguran el equilibrio entre la persona y el medio que la rodea; y no puede verse aisladamente porque es parte del contexto biológico, psicológico y social de los seres humanos. El estudio del cerebro por su rol de órgano rector, supone de avances científicos cada vez más avanzados para su estudio1-4.
El diagnóstico de las demencias en personas jóvenes, supone de etiologías diferentes a aquellas que aparecen durante la ancianidad. El envejecimiento se asocia con un aumento, casi exponencial, en la prevalencia e incidencia del deterioro cognitivo por causas degenerativas; a partir de la quinta o sexta década de vida 1,3,5-7.
La enfermedad de Alzhéimer y la demencia vascular son los dos tipos más frecuentes de demencia. En los ancianos con demencia existe una importante comorbilidad asociada, que frecuentemente ocasionará una mayor morbimortalidad, y destaca un mayor porcentaje de pacientes con polifarmacia en el grupo de demencia vascular 1,3,8-11.
Un estudio de prevalencia de la enfermedad de Alzhéimer revela que hasta el 2011 existían en el mundo 33,9 millones de personas con esta patología, esperándose que sea tres veces mayor esta cifra en los próximos 40 años 12.
Otras cifras señalan que en el mundo existen entre 18 y 22 millones de personas aquejadas de demencia y el estimado en el 2025 es de 34 millones. En Cuba se estima que hay aproximadamente 100 000 pacientes con demencias, de estos 60 000 se corresponden con la enfermedad de Alzhéimer y el resto con la demencia vascular, enfermedad por cuerpos de Lewy difusos y demencias frontotemporales 13. Se ha demostrado que el 10 % de los pacientes han presentado síntomas de deterioro cognitivo antes del primer evento cerebrovascular y otro 10 % que ha sufrido el primer Ictus isquémico ha desarrollado la enfermedad, aumentando su prevalencia en los que han sido afectados por isquemias cerebrales recurrentes 8,13,14; por lo que el objetivo del trabajo es caracterizar los pacientes geriátricos que sufren demencia vascular, atendidos en la consulta de enfermedad cerebrovascular del Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos de Sancti Spíritus, durante el período del 1 de enero del 2008 hasta el 31 de diciembre del 2012.
Se realizó un estudio descriptivo transversal, en el período comprendido de enero del 2008 diciembre del 2012.
Población – 621 adultos mayores.
Muestra 102 ancianos que cumplían con los criterios de inclusión.
Criterios de inclusión: Se incluyeron pacientes de 60 años y más, con diagnóstico de demencia vascular y que aceptaron colaborar con el trabajo. Criterios de exclusión: Se excluyeron los que fallecieron durante el estudio.
Las variables operacionalizadas fueron edad, sexo, color de la piel, tiempo de evolución entre la enfermedad cerebrovascular y la aparición de la demencia, topografía del infarto, extensión del infarto y grado de dependencia del enfermo.
Se recogió la información en una planilla de vaciamiento de datos. Para la selección de la muestra se aplicaron el test de K. Hasegawa y Minimental State Examination de Folstein, con el objetivo de valorar la presencia de deterioro cognitivo en los encuestados; considerándose demenciado cuando se alcanzaba un puntaje menor de 20 y 10, respectivamente.
La escala de isquemia de Hachinski se aplicó a los enfermos, para diferenciar la demencia vascular de la enfermedad de Alzhéimer, considerándose de causa vascular por encima de 7 puntos.
Se utilizaron los Criterios de California, propuestos por los Centros para el Diagnóstico y Tratamiento de la Enfermedad de Alzhéimer de California (ADDTC), para establecer el diagnóstico de la demencia vascular. Se consideró necesario reunir criterios de demencia vascular isquémica probable; a través de los criterios necesarios para el diagnóstico y de aquellos que lo apoyan, como evidencia de la enfermedad.
Las actividades básicas de la vida diaria se evaluaron a través del Índice de Katz, cuya puntuación decrece desde A hasta G, con la pérdida de una de las actividades básicas.
La recolección de los datos se realizó a través de la revisión de las historias clínicas, durante la consulta; los que fueron procesados por el paquete estadístico SPSS versión 11,0 en ambiente Windows. El procesamiento estadístico de la información se realizó por métodos de estadística descriptiva, tales como distribuciones de frecuencia y estadígrafos de tendencia central y dispersión muestrales. Los resultados finales fueron expresados como frecuencias absolutas y relativas, expresándose en tablas para su mejor comprensión.
La tabla 1 refleja la distribución de los adultos mayores con demencia vascular, según sexo. Los hombres prevalecieron con 68 enfermos que representó el 66,7 %; mientras que las mujeres fueron 34, para un 33,3 %. El grupo etario de 70 a 79 años acogió al 50 porciento de los adultos mayores estudiados.
Al analizar el color de la piel, se pudo observar que la mayoría fueron los enfermos de piel negra con 83 enfermos (81,4 %). (Tabla 2)
Hubo un ligero predominio de los ancianos que desarrollaron la enfermedad entre los 3 y 5 años, con 47 ancianos que representaron el 46,1 %, sobresaliendo el grupo etario de 80 años y más, seguido de los que en tiempo menor de un año comenzaron con síntomas demenciales que fueron 31 para el 30,4 %. (Tabla 3)
Se muestra la topografía del infarto de los ancianos que desarrollaron demencia vascular. Los infartos corticales fueron los principales responsables del deterioro cognitivo con 79 pacientes (77,5 %), seguido de los infartos lacunares diagnosticados en 20 pacientes (19,6 %). (Tabla 4)
Al analizar la extensión del infarto según grupo de edades, se observó que los adultos mayores que sufrieron infartos múltiples fue la mayoría, con 77 ancianos para un 75,5 %, siendo más frecuente a medida que avanzaba la edad. Sin embargo, el infarto extenso que generó demencia vascular se evidenció en 25 pacientes (24,5 %), con predominio en el grupo etario de 70 a 79 años. (Tabla 5)
El grado de dependencia para la realización de actividades básicas de la vida diaria estuvo afectado en 58 ancianos (56,9 %), a expensas de los adultos mayores de 80 años y más; siendo dependientes de un cuidador o familiar para la realización de tareas cotidianas. (Tabla 6)
En los resultados de la investigación se observó similitud con otros estudios 8,15, respecto a la edad; con una media 81,1 ± 6 años en los pacientes estudiados y un predominio en los varones afectados por la demencia; y se analiza la comorbilidad en pacientes ancianos con demencia, atendiendo a las diferencias por edad; y coincide en que los envejecidos son los afectados por la enfermedad.
Otros investigadores comentan que en el país con el aumento de la expectativa de vida, las demencias se han convertido en un problema de salud para los adultos mayores 14,16.
Ávila14 comenta una prevalencia en mayores de 65 años del 5 al 10 %, en mayores de 80 años de 20-40 % y un mayor porciento en los ancianos institucionalizados donde alcanza más de un 50 %.
En un estudio de cohorte realizado en más de 471,000 norteamericanos desde el año 2000 se encontró que las etnias más representadas en la aparición de la demencia vascular fueron los nativos americanos y los afro americanos. Tal resultado lo explican los autores por las comorbilidades asociadas a cada etnia, más que por las características genéticas de las mismas 17; tal situación explica también el predominio en el color de la piel negro encontrado en este estudio.
Datos recogidos por Martín18 expresan que la forma de demencia más común es la enfermedad de Alzhéimer (60 %), seguida de la demencia vascular (15-20 %) y la demencia asociada a la enfermedad de Parkinson (10-15 %).
A criterio del autor, el estudio de la demencia vascular tiene relevancia por ser prevenible si se actúan sobre los factores de riesgos de la enfermedad cerebrovascular.
Pendlebury13 encontró que la atrofia del lóbulo temporal medio, el sexo femenino y los antecedentes familiares previos de demencia, están fuertemente asociados a la aparición de la enfermedad. En su muestra describió que un 10 % de los pacientes sufrían de demencia antes de su primer ictus, otro 10 % la desarrolló poco después de su primer evento isquémico y la mayoría sufría la enfermedad luego de isquemias recurrentes. El estudio realizado difiere de estos hallazgos al encontrar un ligero predominio de los ancianos que desarrollaron la enfermedad entre los 3 y 5 años de desarrollar la misma, después del ictus.
Smith19 concede importancia al estudio imaginológico del cerebro a través de la resonancia magnética nuclear, para la detección de microinfartos cerebrales causados por la afectación de pequeños vasos por patologías como la ateroesclerosis y la angiopatía amiloidea cerebral; que secundariamente pueden ocasionar deterioro cognitivo.
Los resultados que obtuvimos coinciden con un estudio donde se observa que se le concede importancia al examen clínico del enfermo con ictus, ya que las pruebas de neuroimágenes requeridas pueden no estar disponibles o se hallan limitadas, y el manejo del paciente se fundamenta únicamente en la información clínica 20. Estos autores coinciden con la afirmación anterior de acuerdo a sus resultados.
Al estudiar la población geriátrica, Romero 21 aporta que la alta frecuencia de infartos lacunares en los envejecidos está asociada a lipohialinosis y cambios fibrinoides en las pequeñas arterias penetrantes del cerebro, así como a la presencia de factores de riesgos como la hipertensión arterial o diabetes mellitus.
Varios autores coinciden en que la demencia provoca una pérdida progresiva de la autonomía y el validismo del enfermo, quedando dependiente parcial o totalmente de su cuidador para realizar sus actividades de la vida diaria14,16,21-23; resultados similares a los hallados en el presente estudio.
Romero23, al realizar una actualización en el diagnóstico y manejo de la demencia plantea que es una de las principales causas de discapacidad en el adulto mayor, presentándose anualmente en el 11,2 % de los ancianos con esta patología.
El espectro clínico constituye la herramienta fundamental en el diagnóstico y manejo de los pacientes con demencia vascular, donde el tiempo de evolución y la raza son relevantes, no así los estudios imaginológicos que requieren estudios más cuidadosos. En este estudio los infartos corticales fueron los principales responsables del deterioro cognitivo, prevaleciendo los infartos múltiples; así como los adultos mayores dependientes en la realización de las actividades básicas de la vida diaria.
Recibido: 2016-04-08
Aprobado: 2017-02-21