EDITORIAL

 
Enfoque desarrollador en la enseñanza del diagnóstico clínico de anomalías dentomaxilofaciales

En la práctica educativa cubana actual las condiciones del proceso de enseñanza-aprendizaje en la asignatura de Ortodoncia en la carrera de Estomatología necesita que la enseñanza del diagnóstico clínico de anomalías dentomaxilofaciales se transforme para convertirse en sistémica, sistemática, flexible, personológica y contextual. Esta transformación debe revertirse en la organización, ejecución y control de los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales, para que los estudiantes logren identificar e interpretar, mediante el método clínico, la alteración morfológica, estética y funcional de las estructuras dentomaxilofaciales.

Para pasar a la enseñanza de este contenido con enfoque desarrollador, no sólo se debe atender la trasmisión de conocimientos sino considerar la unidad que en la actividad práctica tienen lo cognitivo instrumental, lo afectivo valorativo y lo conductual. El carácter sistémico de la enseñanza se logra al relacionar conocimientos, habilidades, hábitos, emociones, sentimientos, motivos, intereses y procesos metacognitivos, de modo que contribuya tanto a la instrucción como a la formación, a la educación y por consiguiente al desarrollo de los estudiantes.

El carácter personológico se logra al considerar el diagnóstico pedagógico integral desde la planificación de la consulta para la asignación de pacientes a los estudiantes, de manera que se aumente de forma gradual y progresiva la complejidad de las anomalías (síndromes de clase I, II y III; dentición temporal, mixta y permanente), la interpretación de los exámenes complementarios y el grado de cooperación de los pacientes y sus familiares. Se deben realizar acciones diferenciadas, que permitan el tránsito de la zona de desarrollo actual a la potencial. El diagnóstico pedagógico se actualizará de forma sistemática según la transformación que se logre en los estudiantes y el grupo.

Con el objetivo de lograr el carácter sistemático de esta enseñanza, las acciones se deben realizar desde el inicio de la asignatura. El contenido del crecimiento y desarrollo craneofacial, así como el de los dientes y la oclusión, pueden ser utilizados para enseñar a interrogar y a examinar. Se debe continuar la enseñanza del resto del contenido, a partir de la demostración del profesor y la ejercitación continua del estudiante con nuevos pacientes, hasta que logren ejecutar de manera independiente el diagnóstico clínico de las anomalías dentomaxilofaciales.

Durante la planificación se deben determinar las alternativas en correspondencia con los estudiantes, de manera que se diseñen estrategias colectivas, dirigidas al logro de objetivos grupales, y estrategias de atención diferenciada, que se centren en la solución a problemáticas particulares de un subgrupo de estudiantes y de estudiantes específicos, para así lograr una enseñanza con carácter flexible.

Aunque para la enseñanza del diagnóstico clínico de anomalías dentomaxilofaciales se utilizan los escenarios y especialistas de la atención secundaria de salud, se debe contextualizar a la atención primaria de salud, donde el estomatólogo general básico realiza su labor profesional, los instrumentos y materiales de que dispone, así como las relaciones con el resto de los profesionales del equipo básico de salud.

Estos presupuestos son de gran importancia si se aspira a transformar la enseñanza del diagnóstico clínico de anomalías dentomaxilofaciales desde un enfoque tradicional a uno desarrollador.

Lizandro Michel Pérez García, Mercedes Calderón Mora
 HTML  PDF
 
Enfoque didáctico sobre el pronóstico médico legal de las lesiones.Editorial

La asistencia médica que realiza un médico en el cuerpo de guardia o en la consulta del área de salud en ocasiones se interrumpe porque hay que asistir a un lesionado en condiciones críticas debido a un incidente traumático; lesionado que además es acompañado por un agente de la autoridad solicitando ¡documentos médico-legales!

Mientras el galeno trata de realizar un buen diagnóstico y tratamiento del enfermo traumatizado, que a veces no está muy grave pero se presenta con una sintomatología aparatosa, un agente de la autoridad se le sitúa muy cerca y "lo mira todo mientras espera por su escrito". A esto se le agrega que el lesionado puede estar bajo los efectos de bebidas alcohólicas, agitado; en algunos casos acompañado de familiares, en ocasiones ebrios, quienes exigen la mejor atención médica para su pariente, sin condolerse del médico que solitario en estas circunstancias debe atenderlo todo, ¡y no equivocarse!

  Editorial

The medical assistance that carries out a doctor in the guardroom or health consultation area is sometimes interrupted because it is necessary to assist an injured person in critical condition due to a traumatic incident; injured who is accompanied by a law enforcement officer requesting medical-legal documents!

While the doctor tries to carry out a good diagnosis and treatment of the traumatized patient, which sometimes is not in a very serious condition but presents with showy symptoms, a law enforcement officer places very close and "watches everything waiting for his report". In addition to this, the injured can be under the effects of alcohol, agitated, in some cases accompanied by relatives, sometimes drunk, who demand the best medical care for their relative, without taking into account that the doctor is working hard and has to face the whole situation alone, and can not be wrong!


Abel Enrique Baguet Toledo
 HTML  PDF
 
Triana, el profe

Durante más de dos décadas, el doctor Jesús María Gómez Triana se dedicó a la cirugía en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus.

Todavía el bisturí se yergue en la mano, mientras su figura esbelta se pierde entre el verde que lo cubre de pies a cabeza y el olor a quirófano, el único lugar del que no pudo desprenderse nunca. Todavía asoma por los pasillos del hospital con el maletín entre los brazos, la bata blanca a media pierna y la sonrisa prendida del saludo. Todavía llega al volante del Moskovich y granjea afectos a quienes le interrumpen el paso para inquirir por dolencias personales o filiales. Todavía pesa su mano en el hombro en gesto de cordialidad o para halar orejas -con el mismo carisma que bromeaba-Todavía lo llaman Triana, el profe.

No son meros amagos para encubrir el dolor. Desde el pasado 14 de marzo, Jesús María Gómez Triana se escabulló sin prisa en las brumas del recuerdo. Mas, pareciera que la existencia comienza otra vez donde termina o que, simplemente, el fin es un regreso siempre.

De Miller, en Placetas, partió con la herencia de guajiro noble –aunque a la postre encumbrados títulos académicos ensancharan currículos-, carismático y con una vocación congénita por la Medicina. Por esas artimañas del destino, a tierras villaclareñas volvería mucho antes del último día de su vida.

Pero Sancti Spíritus le abrió las puertas en 1984 cuando ya era médico y traía en su expediente los azares de su posgraduado en las Fuerzas Armadas Revolucionarias y de una misión en Guinea Ecuatorial que le interrumpió la residencia en Cirugía, especialidad que concluiría aquí.

Desde entonces no hizo falta la condición de Hijo Ilustre para adoptarlo como espirituano. Acaso porque su estancia en estos lares le prodigaría los mayores regocijos de su vida: el nacimiento de sus hijos; la consagración a una especialidad que no dejó de amar nunca y la creación de una familia numerosa gracias a la consanguinidad de los lazos fraternales.

No serían los únicos gozos. Aseguran sus profesores -quienes devinieron luego colegas, subordinados y amigos- que no alardeó renombre; pero, desde que sostuvo las primeras pinzas, su inteligencia y habilidades quirúrgicas le granjearían un sitio entre los referentes de la Cirugía espirituana.

Y quizás por esa capacidad suya o esa especie de magnetismo innato lo mismo convocaba para un fórum científico que para una actividad social. Lo mismo podía llevar las riendas de la vicedirección de servicios externos del Hospital Provincial -durante años-, que dirigir el servicio de Cirugía o el departamento de Ciencias Quirúrgicas de la Facultad de Ciencias Médicas, que asumir los riesgos de ser el cirujano principal del hospital departamental de San Marcos de Ocotepeque, en Honduras, donde cumpliría misión en los días del golpe de Estado a Manuel Zelaya. Con igual maestría podía dictar una conferencia en un aula a los estudiantes que exponer sus investigaciones en un Congreso Internacional de Cirugía o en un evento en México o en Ecuador.

Bastarían sus títulos académicos y científicos para validar tanto talento: especialista de primer y segundo grados en Cirugía General, investigador adjunto, profesor auxiliar, máster en Ciencias de la Educación Médica, presidente de la Filial Espirituana de la Sociedad Cubana de Cirugía, miembro de la Sociedad Ibero-Latinoamericana de Cirugía, de la Federación Latinoamericana de Cirugía, de la Sociedad Panamericana de Trauma, de la Asociación Médica del Caribe… Mas, nadie como él para declinar honores; acaso porque prefería disimularlo en el hombre campechano y jovial que no dejó de ser nunca, ni cuando su corazón se antojó de convertirse en hallazgo médico y de llevarlo, irónicamente, a la misma mesa de operaciones donde había permanecido de pie durante más de dos décadas.

Demasiadas vidas salvadas por sus manos; demasiado optimista para flaquear; demasiado jodedor como para no burlarse de la muerte; demasiada entereza como para quebrantarse.

No por humano se admite. Ni la más lacerante consternación resigna; porque la incredulidad ante la muerte suele presagiar retornos sin avisos. Y como dicen que en el olvido no tienen cabida los hombres de bien, todavía la hermeticidad del quirófano devuelve su figura esbelta. Solo se distinguen los ojos en medio de tanto verde. A su lado alguien advierte: “Profe, estamos listos”. Entonces, frente a la mesa de operaciones, la voz grave, aliñada ya por más de medio siglo de existencia, reclama como de costumbre: “Bisturí”.

Dayamis Sotolongo Rojas
 HTML  PDF
 
Debilidades en la atención a los niños con neumonía adquirida en la comunidad.
Geovanis Alcides Orellana Meneses
 HTML  PDF
 
Por la calidad de la atención estomatológica integral
Bertha González Forte, Lizandro Michel Pérez García
 HTML  PDF
 
Elizabeth Manso Fernández
 HTML  PDF
 
Violencia intrafamiliar. Nexos entre la medicina y el derecho.

Con el devenir histórico de la sociedad, e independientemente de los enfoques teóricos relacionados con los seres humanos, se ha aceptado en las diferentes formaciones económico-sociales la familia como célula fundamental de la sociedad, a la cual le corresponde el cumplimiento de responsabilidades y funciones tanto en la educación como en la formación de sus miembros. De igual manera la violencia intrafamiliar es un fenómeno que existe desde las civilizaciones más antiguas, cuyos prejuicios e intereses desembocaron en la subcultura del sometimiento de la mujer e hijos a la voluntad y caprichos del paterfamilias; por consiguiente es una problemática de carácter internacional, de la que difícilmente quedan exoneradas sociedades concretas.
Es innegable que en Cuba este fenómeno coexiste y que en los últimos años ha mostrado una tendencia al crecimiento lo que resulta preocupante por su trascendencia y consecuencias negativas.
Es oportuno este 10 de diciembre del año 2012 al cumplirse el 62 Aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos ratificar el nexo de los profesionales de las ciencias médicas con la gestión permanente del respeto a estos derechos inherentes a los seres humanos, los que en Cuba están amparados jurídicamente en la Constitución como ley suprema del Estado y que se precisan en los siguientes enunciados:

  • Todos los ciudadanos gozan de iguales derechos y están sujetos a iguales deberes.
  • La discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquiera otra lesiva a la dignidad humana está proscrita y es sancionada por la ley.
  • Las instituciones del Estado educan a todos, desde la más temprana edad, en el principio de la igualdad de los seres humanos.
  • La mujer y el hombre gozan de iguales derechos en lo económico, político, cultural, social y familiar.

Contrario a ello con angustia percibimos y hasta conocemos que tras las verjas de muchos hogares nacen, se desarrollan y conviven actos violentos, que se han conceptualizado como violencia intrafamiliar, interpretada como: “toda acción u omisión cometida en el seno de la familia por uno o varios de sus miembros, que de forma permanente, ocasiona daño físico, psicológico o sexual a otros de sus miembros, que menoscaba su integridad y cause un serio daño a su personalidad o a la estabilidad familiar”, a esta se añaden las repercusiones que causan hacia el exterior; entre las que se encuentran la desintegración de los valores sociales e individuales, la disolución del núcleo familiar y el incremento de la delincuencia.
En la provincia de Sancti Spíritus la problemática de la violencia intrafamiliar, independientemente de las acciones para su prevención y enfrentamiento, no se ha logrado su efectiva profilaxis. Se reportan delitos de amenazas, lesiones y asesinato de notable connotación y graves consecuencias, y entre los implicados o sea, acusado y víctima, existen vínculos de parentesco, que pueden ser considerados por tanto los más graves episodios de violencia intrafamiliar. Tal problemática demanda incrementar la intersectorialidad, y de manera específica garantizar que las estrategias diseñadas en las cuales participan los profesionales de las ciencias médicas, vinculados al tema, definan dentro de sus objetivos la evaluación del impacto que ha tenido su accionar en el proceso de transformación de los escenarios actuales.
La convocatoria va intencionada a que los profesionales de la salud, utilizando como referente los mencionados fundamentos legales, actúen de manera integradora según las funciones y acciones que ejecutan con las personas en lo individual, las familias en lo particular y las comunidades en lo general, en la prevención y disminución de la violencia intrafamiliar.
Urge arrancar de nuestro pensamiento las ideas obsoletas aparejadas a la violencia, las que se traducen en ocasiones que es preferible no inmiscuirnos en problemas ajenos, no intervenir en áreas que pertenecen al ámbito privado “pues se viola el derecho a la privacidad”, o el miedo de las víctimas a quedar desamparados al separarse o al denunciar al cónyuge agresor, así como otros tabúes, los que hacen difícil atender y resolver este problema como fenómeno social y jurídico.
Deviene la necesidad de ejecutar con mayor intencionalidad las acciones que el Sistema Nacional de Salud Pública cubano ha definido sobre este tema en la estrategia de la Atención Primaria y en el Plan del Médico y la Enfermera de la Familia.
Estas estrategias responden a los principios que sustentaron la Declaración de Alma Ata al definir que la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad, es un derecho humano fundamental y que la consecución del nivel de salud más alto posible es un objetivo social prioritario en todo el mundo, cuya realización requiere la acción de muchos otros sectores sociales y económicos.
El cumplimiento ético y sistemático de los principios que sustentan la salud pública en Cuba exige la promoción de soluciones más amplias y duraderas para solucionar el problema de la violencia.
Por excelencia las acciones que ejecutan los médicos de la familia deben estar destinadas a identificar los problemas sociales que afecten a las mismas y a la comunidad, con especial atención a la violencia intrafamiliar, que se encuentra implícita en su actuar.
Como expertos en medicina y líderes de la comunidad es preciso que se logre con su desempeño, comprender que no se trata de aprender a vivir con la violencia, sino de percibirla como un fenómeno controlable y transformable, que trasciende a la ciencia para poder abordarla desde la intersectorialidad.
Potenciemos con nuestro desempeño profesional la cultura de respeto y comprensión hacia la pareja, la familia, para derrumbar los mitos y prejuicios de la subcultura machista.
Procedamos de manera integradora en la protección de los bienes jurídicos tan preciados y vinculados socialmente con la persona y su desarrollo como: la vida, la salud, la integridad, la libertad, la seguridad.

Actuemos denodadamente para que las generaciones futuras logren convivir en familia con la capacidad y habilidad de resolver conflictos sin recurrir a la violencia, asegurando así su salud, bienestar, calidad de vida y con ello que los seres humanos utilicen su razón y su libertad para construir un mundo mejor.

Edith Manso Machado
 HTML  PDF
 
Calidad. Una necesidad en los servicios de salud.

Implementar los sistemas de calidad en el sistema nacional de salud contribuye al mejoramiento de los procesos de atención médica en concordancia con las normas nacionales e internacionales1.
La definición del término calidad, mundialmente aceptada hoy en la norma NC-ISO 9000 es el grado en el que un conjunto de características inherentes cumple con los requisitos. De acuerdo con esta definición, el carácter dual de la calidad entre lo objetivo y lo subjetivo, base de la apreciación, también imprime matices a la definición y percepción de la misma. Por ello en el mundo de hoy, caracterizado por un elevado intercambio socio-económico de bienes y servicios, en un entorno cada vez más globalizado, hablamos de calidad, lo hacemos a través de la evaluación de la conformidad con los requisitos, medibles y medidos de forma objetiva fiable. Y cuando no se cumplen los requisitos preestablecidos hablamos de no conformidades2,3.
El sistema de gestión de calidad tiene una serie de requisitos dentro de los cuales tiene relevancia la responsabilidad de la dirección4 que incluye:

  • compromiso de la dirección.
  • enfoque al cliente.
  • política de la calidad.
  • planificación.
  • responsabilidad, autoridad y comunicación.
  • revisión por la dirección.

En la coyuntura actual es una necesidad insoslayable para Cuba acelerar el proceso de certificación de los servicios de salud, por tres razones:

  • aumentar la calidad de los servicios que se ofrecen a la población.
  • eliminar los errores mediante el perfeccionamiento de la organización de cada sub-sistema.
  • incorporar una nueva cultura de mejora continua del sistema de salud.

El proceso de certificación de los servicios de salud conduce al desarrollo del sentido de pertenencia de los trabajadores de la salud y su compromiso con los resultados, a la disminución de los costos, a la validación (interna y externa) de los resultados del sistema de salud y contribuye a aumentar la capacidad de ingresos al país por exportación de servicios de salud, lo cual es en la actualidad una fuente de exportación importante junto a la educación y el deporte1.
En la actualidad el Ministerio de Salud Pública (Minsap) ha emprendido un proceso de transformaciones necesarias con el objetivo de continuar perfeccionándose, garantizar el uso eficiente de los recursos y la sostenibilidad de los servicios de salud. En tal sentido se establece el proceso de reorganización, compactación y regionalización de los servicios de salud, que junto a la disponibilidad de tecnología médica de avanzada, a la integración de la asistencia, la docencia, la investigación y a la formación de recursos humanos constituyen fortalezas para la aplicación de un sistema integral de gestión de la calidad en el sistema nacional de salud1.
A partir de lo anteriormente expresado y como parte de la estrategia de calidad, se considera prudente la integración de la calidad, como sistema y herramienta de trabajo1,5,6, aplicable a cualquier nivel de atención del sistema nacional de salud en Cuba1. Para los gestores o administradores de la atención médica, la calidad con que se brinda un servicio de salud no puede separarse de la eficiencia porque si no se ahorran los recursos disponibles, el alcance a los servicios será menor7. Por lo tanto la eficiencia y la calidad son dos componentes indisolubles de la atención a la salud8.
La asistencia hospitalaria juega un papel preponderante en la atención sanitaria lo que convierte a los hospitales en los centros más costosos del sistema de salud ya que albergan a las personas con criterio de ingreso, brindan la atención especializada y tecnológicamente avanzada, además del servicio hotelero que lógicamente ofrecen. La evaluación continua de la calidad y la eficiencia de la atención hospitalaria con sus implicaciones sociales y económicas es un imperativo para el sector de la salud7.
En el ámbito de la salud el servicio central es el bien humano más preciado, parecería injusto y hasta indeseable “cambiar” calidad por eficiencia, sin embargo la natural escasez de recursos conduce a una posición más realista; que refleje la necesidad de alcanzar la mayor calidad en la prestación de servicios con el mínimo de recursos, o, quizás mejor, una posición que favorezca el uso más eficiente de los recursos disponibles dentro de límites aceptables de calidad. Por lo tanto, la búsqueda de la calidad debe ser siempre la búsqueda del mejor balance entre calidad y eficiencia. La necesidad de medirlos es obvia aunque es siempre un desafío. Una buena parte de este desafío se debe a que los indicadores de calidad y eficiencia deben separar la parte de ellos que se debe a las características de los pacientes, de la que se relaciona con la atención prestada7. Independientemente del enfoque, el establecimiento de un programa para mejorar el desempeño debe tener los siguientes principios7,9:

  • El apoyo transferible de los dirigentes para las futuras decisiones relacionadas con la calidad de los servicios.
  • Contar con el ejemplo de dichos dirigentes para también suponer que todos son responsables de la calidad.
  • Relacionar las prioridades institucionales inmediatas con la misión y el plan estratégico.
  • Proporcionar educación, capacitación y superación a todo el personal.
  • Incluir el estudio, por parte de los dirigentes, de la teoría, los principios y los métodos cuantitativos y cualitativos de las medidas de calidad en materia de salud.
  • Ofrecer capacitación a los facilitadores del proceso para mejorar el desempeño del personal.
  • Estimular el trabajo en equipo, la responsabilidad y los recursos necesarios para esta delegación.

En 1986 se señalaba que garantía de la calidad “Son aquellas actividades que periódica o continuamente se dirigen a revisar las condiciones bajo las cuales se proporciona atención médica, esta es monitorizada y los resultados son seguidos, de manera que las deficiencias sean descubiertas y se hagan las correcciones necesarias”. En efecto, la evaluación es el pilar fundamental para garantizar la calidad de la atención médica; no es posible mejorar algo cuyo comportamiento se desconoce8.
La calidad en los Servicios de Salud constituye simultáneamente derechos y deberes de los actores que intervienen:

  • un derecho por parte de los pacientes es que se les brinde la atención que se merecen.
  • un derecho de los trabajadores del sector es sentirse reconocidos y gratificados por prestar un adecuado servicio.
  • un deber del estado es ser garante de la salud y de su recuperación para toda la ciudadanía.
  • un deber de los usuarios es exigir y valorar la atención que se les brinda.
  • un deber de los servicios de salud es dar las respuestas que se les requieren.
  • un deber de los trabajadores es optimizar todo su accionar.

Para poder hacer viable el sistema de gestión de la calidad en los servicios de salud es necesario que cada instancia de este proceso asuma el rol que le corresponde involucrando a todos los actores. La gestión de la calidad compete a todos y es necesario que a partir de marcos conceptuales y normativos generales cada organización construya su propio programa de garantía de calidad. Nadie va hacer por nosotros lo que corresponde que nosotros mismos hagamos9.

Deysi María Chirino Ramadán, José Elías González Ybarzábal
 HTML  PDF
 
A la Memoria del profesor Dr. Ernesto F. González Madrigal

Por su consagrada y abnegada labor al servicio de la Medicina, y fundamentalmente a la especialidad de Cirugía.

Trabajador ejemplar e incansable en lo asistencial, docente e investigativo, sin cuya colaboración no hubiera podido ser posible la realización del trabajo: “Hemangiopericitoma. Presentación de un caso”.

Agradecimiento a su Sra. esposa Margarita P. de Valdivia y Martínez-Moles y a la Dra. Vivian Martínez Pentón por la documentación entregada para la publicación del trabajo antes mencionado.

Breve semblanza de su biografía

Nace el 2 de agosto de 1926, en Placetas Las Villas. Cuba, hijo de José y Carmen, casado. Se graduó de Doctor en Medicina el l5 de octubre de 1953 en la Universidad de la Habana. Especialista de 1er grado en cirugía general el 1ro de mayo de1967, y  Especialista de 2do grado en Cirugía General el 17 de mayo de 1984.

Comenzó a prestar servicios médicos de su Especialidad, desde el 1ro de octubre de 1954 desde el 9 de marzo de 1957, desempeñó el cargo de oficial de administración clase quinta, médico interno del hospital civil de Sancti Spíritus.  El 16 de abril de 1958, el Presidente de la República lo nombró en el cargo de jefe de sexta clase, Director y Cirujano Médico del hospital civil del propio centro, tomando posesión del cargo el 1ro de mayo del mismo año. El 31 de marzo de 1959, termina sus servicios como director.

Fue uno de los 3000 médicos cubanos que no emigraron al exterior, en el éxodo masivo de profesionales ocurrido después del triunfo de la revolución cubana. Siguió laborando en el hospital como médico cirujano, realizó numerosas publicaciones, formó a muchos especialistas, recibió diferentes títulos, certificaciones y reconocimientos, otorgándosele la Distinción al Servicio de la Vida por su trayectoria y constante dedicación al trabajo asistencial, docente e investigativo.

Murió el 6 de febrero del 2005.

Su ejemplo de hombre digno debe ser  abanderar a las nuevas generaciones.

Elizabeth Manso Fernández
 HTML  PDF
 
Aurora M. Novoa López, Elizabeth Manso Fernández
 HTML  PDF
 
¿Se corresponde el proceso evaluativo actual con el proceso de enseñanza aprendizaje asumido?

El desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje requiere como toda actividad de la evaluación de sus progresos y resultados para comprobar la correspondencia de los mismos con los objetivos instructivos.

La ciencia didáctica plantea que se evalúa el proceso concebido, planificado, organizado y ejecutado; a partir de este fundamento la concepción del proceso de enseñanza aprendizaje que se asuma le da significado al diseño de las acciones evaluativas, lo cual evidentemente indica que ambos deben estar en correspondencia.

En nuestra Universidad Médica el proceso de enseñanza aprendizaje reconoce implícitamente los criterios básicos que identifican a este como desarrollador, los que se resumen en promover el desarrollo integral de la personalidad del estudiante, activar la apropiación de conocimientos, destrezas y capacidades intelectuales en estrecha armonía con la formación de sentimientos, motivaciones, cualidades, valores, convicciones e ideales garantizando la unidad y equilibrio de lo cognitivo y lo afectivo valorativo en el desarrollo y crecimiento personal de los estudiantes; además debe potenciar el tránsito progresivo de la dependencia a la independencia y a la autorregulación, así como el desarrollo de la capacidad de conocer, controlar y transformar creadoramente su propia persona y su medio; y desarrollar la capacidad para realizar aprendizajes a lo largo de la vida a partir del dominio de las habilidades, estrategias y motivaciones para aprender a aprender y de la necesidad de una autoeducación constante.

El enfoque sistémico del proceso de enseñanza aprendizaje establece la interrelación entre todos sus componentes y con el medio en una dinámica que, a partir del objetivo como componente rector se determinan el resto de los componentes, contenido, métodos, medios, evaluación y formas organizativas, cualquier cambio en uno de ellos repercute en el resto.

Se infiere entonces que al concebirse el proceso centrado en el alumno mediante su participación activa en la apropiación de los contenidos y en la solución de problemas, el desarrollo de su pensamiento crítico reflexivo, la motivación, la significatividad del aprendizaje y la autoevaluación, todos los cuales poseen sus dimensiones e indicadores,  estos deben y tienen que estar reflejados en los instrumentos evaluativos, de tal forma que la evaluación del proceso y sus resultados identifiquen los mecanismos de aprendizaje llevados a cabo por el alumno y además permita  identificar limitaciones y potencialidades desde el diagnóstico pedagógico inicial, actuando en todo el proceso sobre la zona de desarrollo próximo o potencial.

Solo así la evaluación estaría en consonancia con el proceso de enseñanza aprendizaje asumido, es decir, se estaría aplicando una evaluación desarrolladora, esto implicaría además de evaluar la actuación del estudiante, evaluar la actuación del profesor, ambos coprotagonistas del proceso, así como evaluar el proceso de enseñanza aprendizaje planificado y ejecutado, y el propio proceso evaluativo.

Todo lo expuesto es de vital importancia si se aspira a que la evaluación venza el lastre de la enseñanza tradicional y se potencie su carácter formativo e integrador, además se establezca un mecanismo estimulador permanente para la superación personal y grupal, y rescate su función de determinación de las metas alcanzables en relación con las potencialidades personales de cada estudiante a través de la evaluación vista como eje impulsor y motivacional del desarrollo profesional.

José Aurelio Díaz Quiñones
 HTML  PDF
 
Edelby Escobar Carmona, Rafael Ibargollín Ulloa, Oriol Meneses Echemendía
 HTML  PDF
 
La hipotensión materna intraoperatoria durante la operación cesárea. Un problema sin resolver.

La disminución de los riesgos obstétricos, las nuevas indicaciones sustentadas en mejores resultados perinatales y la práctica de una medicina defensiva permiten un incremento del número de cesáreas en las últimas cuatro décadas, convirtiéndose en el proceder quirúrgico más comúnmente practicado en el mundo con una incidencia que se incrementa en más del 25%1.

A través de la experiencia clínica con la anestesia regional, el bloqueo de la conducción nerviosa del dolor resulta un método adecuado para la atención anestésica de la gestante anunciada para operación cesárea brindando seguridad a la madre y al producto2.

La anestesia subaracnoidea (AS) es la técnica anestésica regional más practicada para la cesárea segmentaria, tanto de forma electiva, urgente o emergente, alcanza cifras entre 87 y más del 95% de sus aplicaciones2,3. Esta técnica se asocia con una mayor incidencia y más acentuadas disminuciones de la presión arterial en comparación con otras técnicas regionales producto de la instauración más precoz del bloqueo simpático, según conclusiones fundamentadas4.

La hipotensión arterial (HOA), durante la aplicación de la anestesia subaracnoidea en la cesárea, se define como una caída de la presión arterial sistólica del 20 a 30% de su valor basal o cifras que estén por debajo 100 mmHg, y se explica por el resultado de la parálisis de las fibras simpáticas preganglionares que trasmiten impulso motor al músculo liso y vasos periféricos causando una vasodilatación arterial y arteriolar con disminución de la resistencia vascular sistémica, del gasto cardiaco y del retorno venoso5.

Estas modificaciones fisiológicas ofrecen en la práctica una incidencia que sobrepasa más del 90% debido a los cambios particulares que experimenta la mujer durante la gestación que acentúan la respuesta cardiovascular a la desnervación simpática4. Estos cambios favorecen las implicaciones de la HOA durante la cesárea que se relacionan con el bienestar materno y fetal-neonatal. El primero se afecta por la presencia de mareos, náuseas, vómitos, hipertensión arterial, edema pulmonar, trastornos neurológicos e hipoxia; el segundo se deteriora por los efectos sobre el flujo sanguíneo útero-placentario que se traducen en acidosis, lesión neurológica y falla multiórgano5.

Las consecuencias mencionadas ubican a la HOA como una complicación seria en la gestante intervenida por cesárea con anestesia subaracnoidea, y adquieren un interés especial en su prevención mediante el diagnóstico precoz y el tratamiento inmediato. La mayoría de las investigaciones que estudian esta complicación están dirigidas a la eficacia de diferentes medidas preventivas, o a su tratamiento6.

Los estudios dedicados a identificar las gestantes más susceptibles de desarrollar HOA durante la operación cesárea tras una anestesia subaracnoidea, se basan en modelos de regresión logística cuyos resultados quedan en la identificación de los factores de riesgo sin incursionar, sobre esta base teórica, en la elaboración de protocolos para su prevención lo que permite la elevada incidencia de esta complicación en los quirófanos obstétricos actuales.

En Cuba los artículos científicos dedicados a esta problemática se centran en la caracterización, prevención y tratamiento, se destacan los publicados por González Pérez y colaboradores7,8; así como la revisión de Ortiz Martínez, Molina Medina y López Espinosa9. Sin embargo, se observa una ausencia de publicaciones originales que identifiquen los factores de riesgo y propongan protocolos para su control.

Los protocolos en el campo de la anestesiología se desarrollan en investigaciones enfocadas a la prevención, conducta y terapéutica tanto de complicaciones inherentes al acto anestésico, de intervenciones quirúrgicas específicas como de enfermedades asociadas al paciente quirúrgico; diseñados en tres periodos: preoperatorio, intraoperatorio y postoperatorio.

El problema de la hipotensión materna intraoperatoria durante la administración de la anestesia subaracnoidea en la operación cesárea apunta a un cambio en su dirección y secuencia que se sustente en términos de prevención durante el periodo perioperatorio basado en la identificación y control de los factores de riesgo.
Sixto Fidel González Pérez
 HTML  PDF
 
Los exámenes de Laboratorio Clínico en el siglo XXI: ¿a favor o en contra del método clínico?EDITORIAL

Los errores analíticos en los laboratorios clínicos han mostrado un decremento en las últimas décadas debido a la creciente automatización de los distintos métodos usados 1, no obstante persisten errores en las fases pre-analítica y post-analítica afectando los diagnósticos médicos lo cual constituye en algunos países un serio problema de salud 2.

El uso de datos cuantitativos constituye una práctica médica habitual que ha desplazado notablemente el uso correcto de un examen clínico lo que trae como consecuencia la indicación de estudios innecesarios 3, aunque se insiste, tanto en Cuba como en el extranjero, que en las dos fases de mayor incidencia en los errores, la prenalítica y la posnalítica, es notoria la necesidad del razonamiento clínico 4.

Durante los últimos 50 años el laboratorio clínico ha experimentado un auge en el aumento de las pruebas disponibles para arribar a diagnósticos, pronósticos, indicar o modificar tratamientos o indicar nuevas pruebas o procedimientos, ofreciéndole a cualquier prueba la relevancia médica que debe tener, pero, ¿por qué se abusa de los medios diagnósticos?

Los médicos indican un exceso de pruebas o pruebas inadecuadas por razones defensivas, por miedo a la incertidumbre, por una educación médica pobre o un conocimiento inadecuado de los nuevos métodos 1, pero es que el proceso de pruebas comienza con el paciente y termina con él 5 y es en estos dos momentos cuando el facultativo debe valorar el uso correcto de los exámenes en aras de evitar el fracaso que se presenta al ordenar una prueba inapropiada o al interpretar aquella indicada de manera correcta para que no posean el mayor porcentaje de los diagnósticos perdidos 6.

Establecer una cultura del uso del método clínico y de una correcta interacción médico paciente laboratorio clínico, es un reclamo de años por el impacto negativo que están teniendo a nivel mundial los errores médicos sobre la salud pública y el cuidado del paciente 7. Un adecuado examen se complementa con la indicación de complementarios solamente, si el caso lo requiere, presuponiendo que el médico conozca las exigencias que los mismos presentan evitando la variabilidad intrínseca a la fase pre-analítica con el fin de lograr altos incrementos de calidad 8.

Urge entonces racionalizar el uso de estos medios para no llegar al sobreuso desmedido que ha existido en los últimos años lo cual no ha implicado necesaria y directamente una mejoría en los cuadros de salud 9. La valoración puntual en cada departamento a partir de análisis de tendencias debe convertirse en algo más que una orientación y desde este punto, lograr una adecuada retroalimentación médico laboratorio y poder lograr la cultura de considerar que, aunque en Cuba la salud que se brinda es gratis, realmente cuesta.

En estos momentos, de difícil coyuntura económica en Cuba y en el mundo, se impone el uso del método clínico porque mediante él se logra el mayor porcentaje de los diagnósticos, cumpliéndose así la recomendación del célebre clínico francés de la primera mitad del siglo pasado E. Sergent de: <<mirar terca y tenazmente el "experimento espontáneo" que todo enfermo nos brinda>>.

DeCS: SERVICIOS LABORATORIALES DE SALUD PUBLICA, TÉCNICAS DE LABORATORIO CLÍNICO / metódos

Edelby Escobar Carmona
 HTML  PDF
 
Prescripción de la medicina herbolaria en la atención primaria de salud en el municipio de Sancti Spíritus en el Año 2001.

En el presente trabajo se expone un estudio descriptivo, a desarrollar en el Centro Desarrollo Medicina Tradicional y Natural de la provincia de Sancti Spíritus. Dicha investigación va encaminada a determinar cómo influye el desconocimiento y la incredulidad por parte del médico de la familia en la prescripción de la Medicina Herbolaria. Se eligió como universo de trabajo los Consultorios Médicos de Familia CMF, comprendidos en las 6 áreas del municipio Sancti Spíritus, la muestra se escogió primeramente  de forma aleatoria estratificada (6 estratos) y posteriormente se empleó un método aleatorio simple para elegir el 20 % de la unidad de análisis total, se realizó además una entrevista en las farmacias correspondientes a las áreas seleccionadas, los datos se procesaron con la  ayuda de un paquete estadístico SPSS y pudimos comprobar  que no existían diferencias significativas entre las variables de estudio (P > 0.05000 ),  donde el nivel de venta, los medicamentos prescritos erróneamente y los grupos farmacológicos que no se expenden se ven influidos por los escasos conocimientos y la poca aceptación por parte del médico que debe indicarlos, por lo cual se concibió que se debe capacitar al personal y así emplear ésta terapia como alternativa dentro de la Medicina Tradicional y Natural, siendo  eficaz, barata y capaz de lograr una mejor calidad de vida en los pacientes tratados.

DeCS: MEDICINA HERBARIA, ATENCION PRIMARIA DE SALUD.

Merlys Massiel Martínez Pilar, Mallelín Rodríguez Luis, Edgar Morfa Alonso, Edilia Valdivia García, Marlene Martínez Brito
 HTML  PDF
 
Elementos 61 - 75 de 75 << < 1 2 3